La Triscaidecafobia y la Parascevedecatriafobia son supersticiones habituales en las culturas occidentales.
Es muy probable que nunca la hayas escuchado antes, pero existe una palabra que define el miedo irracional al número 13: Triscaidecafobia.
En gran parte de las culturas occidentales todavía quedan muchas personas que, sin saber muy bien el porqué, mantienen viva la superstición que afirma que este número trae mala suerte.
Aunque puedas pensar que sólo se trata de creencias anticuadas y que no tienen ninguna repercusión en la actualidad, lo cierto es que más del 80% de los edificios de gran altura que se construyen cada año en los EEUU, carecen de la planta 13.
Lo mismo también ocurre en otro tipo de edificaciones, como en los hoteles, o en los hospitales, que además suelen evitarlo en sus habitaciones.
Esta curiosa tradición se trasladó hace ya muchos años a medios de transporte como el tren y el barco, y actualmente numerosas compañías aéreas obvian este dígito dentro de las cabinas de los aviones, con el fin de no levantar suspicacias entre los pasajeros más supersticiosos.
Este es el motivo por el cual algunos viajeros se sorprenden cuando comprueban que las filas de asientos saltan desde la 12 a la 14.
Lo cierto es que no hay unanimidad a la hora de explicar el motivo por el cual el número 13 adquirió en su momento la calificación de «maldito».
La tradición cristiana apunta a la Ultima Cena, en la que Judas Iscariote (apóstol que traicionaría a Jesús) sería el invitado número 13.
En las leyendas vikingas también se da una explicación muy similar, afirmando que el Dios Loki fue el decimotercer invitado a la gran cena del Valhalla, rompiendo el equilibrio de los 12 dioses que hasta ese momento dominaban el universo.
Si nos remontamos mucho más atrás en el tiempo, los antiguos egipcios consideraban la vida como una búsqueda de la ascensión espiritual que se completaba en 13 etapas.
La última de ellas, la número 13, era la vida eterna que se alcanzaba tras la muerte.
En las cartas del Tarot clásico, la muerte también está representada por el número 13, aunque en este caso se cree que hace referencia a un gran cambio.
Otras fuentes se limitan a apuntar que el 13 simplemente es un mal número, porque es el que sigue al 12, considerado como «la cifra perfecta».
No sólo existen diversos sistemas numéricos basados en el número 12, sino que además el año está dividido en 12 meses, cifra que coincide con la de signos zodiacales, y un día se puede dividir en dos períodos de 12 horas cada uno.
Desgraciadamente para las aerolíneas, existen diversas culturas y países que tienen exactamente la misma aversión por otros números.
Por ejemplo, en Italia o Brasil la mala suerte está representada por el número 17.
Algunos historiadores sostienen que el origen de esta creencia estaría en la representación en números romanos de esta cifra (XVII), que recordaría de alguna manera a la palabra latina VIXI, con una traducción equivalente a «mi vida ha terminado».
Con el único fin de evitar molestias a los pasajeros que creen en estas supersticiones, aerolíneas de gran prestigio como la germana Lufthansa, han eliminado en algunos de sus aviones las filas 13 y 17.
De este modo, en el pasillo de la cabina podrás comprobar que las filas saltan desde la 12 a la 14, y desde la 16 a la 18.
Sin embargo, en otros países asiáticos como China, este mismo problema se da con el número 4 ó con el 14.
En chino, la palabra muerte se pronuncia de manera parecida al número 4, lo que ha dado lugar a esta superstición.
Igual que han hecho muchas aerolíneas occidentales, también hay compañías chinas que prefieren evitar las filas 4 ó 14.
De hecho, la cultura china está considerada como una de las más supersticiosas del planeta, lo que ha dado lugar a incidentes tan insólitos como el tener que ordenar a los pasajeros que no lancen monedas a los motores de los aviones antes de embarcar.
Dado que existe la convicción de que esta costumbre trae buena suerte, algunos pasajeros chinos todavía arrojan monedas dentro de las turbinas de las aeronaves, lo que puede causar daños de gravedad en el interior de las mismas.
Sin embargo, no en todos los países se suelen respetar este tipo de creencias.
En Japón se cree que el número que trae mala suerte es el 9, pero esto no ha derivado en una eliminación de la novena fila de asientos en los aviones de las aerolíneas niponas.
De nuevo en Occidente, la situación se complica todavía un poco más si hablamos de un Viernes 13.
El temor a esta fecha también tiene una palabra que lo define: Parascevedecatriafobia.
Esta superstición si parece tener un origen claramente religioso, ya que el Viernes fue el día en el que se crucificó a Jesús.
Así que ya lo sabes, si algún día tienes que volar un Viernes 13, en un asiento ubicado en la fila 13 del avión, procura tocar madera y no pasar antes por debajo de una escalera.
Y recuerda, no seas supersticioso, trae muy mala suerte…