Publica la caída en picado de un avión con turistas españoles en las Islas Maldivas.
Apenas habían transcurrido 10 días desde la penúltima metida de pata del diario turístico Preferente, antaño una referencia para el sector y actualmente un auténtico nido de amarillismo periodístico y sensacionalismo sin fondo.
En aquella ocasión, el autroproclamado «líder mundial en noticias de turismo», acusaba directamente a un piloto de Iberia de abandonar su avión a 5 minutos de comenzar la maniobra de despegue.
Obviamente, cualquiera que lea semejante titular va a pinchar en el mismo para conocer lo ocurrido, que a simple vista roza una total desfachatez, falta de profesionalidad, y un desprecio total por los pasajeros que ocupaban la cabina del avión aquel día.
Y esta es precisamente la intención de nuestros buenos amigos de Preferente, lo que en jerga técnica se denomina «click bait«, algo que la wikipedia define especialmente bien de esta manera: «se utiliza para describir a los contenidos en internet que apuntan a generar ingresos publicitarios usando titulares y miniaturas de manera sensacionalista y engañosa, para atraer la mayor proporción de clicks posibles».
Cuando uno se dispone a leer el cuerpo de la noticia, la cosa cambia bastante, ya que el propio protagonista de lo sucedido aclara que salió del aparato 5 minutos antes de la puesta en marcha, no del despegue, es decir, cuando ni siquiera se habían encendido los motores del avión.
Además, se deja bien claro que esta decisión se tomó en el momento de confirmar que el «imaginaria», que es como se denomina en el sector al piloto que cubre guardias por si surge cualquier problema, se encontraba en el aeropuerto ya preparado para hacer el reemplazo por su compañero.
De este modo lo aclaraba en su cuenta de twitter el propio interesado:
En estos casos, sería necesario tener un cuidado muy especial con las palabras que se eligen, ya que el abandono del puesto de trabajo es una falta muy grave que puede derivar en despido, cuando lo único que ocurrió es que se autorizó un intercambio de pilotos para que el interesado pudiese asistir al nacimiento de su hijo.
Visto el enorme «éxito» cosechado con esta nueva forma de hacer periodismo, Preferente se volvió a descolgar el pasado Viernes 6 de Mayo con un titular bastante más llamativo, si es que eso cabe:
«Caída en picado y salida de pista de un avión con españoles en Maldivas».
Una «caída en picado», tal y como se afirma en el titular de la noticia, es una emergencia muy grave en la que la aeronave se coloca en posición vertical con su nariz o morro apuntando directamente al suelo.
Estas situaciones entrañan un enorme riesgo de accidente, ya que la velocidad de la aeronave que cae en picado suele superar la máxima recomendada para no dañar su estructura, lo que podría resultar en una rotura de las alas, del timón de cola, o de cualquier otro componente vital para mantener el vuelo.
Recuperar el avión de una caída en picado tampoco es tarea fácil y puede llevar su tiempo, lo que en caso de volar a una altura demasiado baja equivaldría a un impacto seguro contra el terreno.
¿Pero podemos hablar realmente de una «caída en picado»?, sobre todo conociendo el modus operandi de Preferente.
Pues viendo el perfil del vuelo correspondiente al Dash 8-300 con matrícula 8Q-IAK, que el pasado 5 de Mayo protagonizó este incidente, lo cierto es que en ningún caso y bajo ninguna circunstancia se puede hablar de una «caída en picado».
Desde el momento en el que el aparato comienza su descenso, envuelto en una tormenta con presencia de vientos de alta intensidad, la velocidad del mismo también comienza a disminuir respectivamente, señal inequívoca de que la maniobra estaba perfectamente coordinada desde la cabina.
Gentileza de Flightradar24.
Seguramente, el descenso para aproximarse al aeropuerto pudo haber sido más pronunciado que el que se realiza habitualmente, algo lógico cuando lo que se pretende es pasar cuanto antes la zona de mayores turbulencias, pero hablar de «caída» y más de «caída en picado» es una falacia tan sumamente grande que no cabe en la cabeza de nadie con dos dedos de frente.
Tal y como han confirmado medios locales, en esos momentos las condiciones meteorológicas eran muy desfavorables, por lo que el avión se vio obligado a realizar un «go around», o «motor y al aire», para intentar una nueva toma 10 minutos después.
Motor y al aire: qué es y cuándo se utiliza esta maniobra.
La fuerza del viento provocó que el aparato se saliese finalmente de la pista, sin que se produjesen ningún tipo de daños materiales ni personales a sus ocupantes.
De hecho, ese mismo avión ha seguido volando los días posteriores sin mayor problema, ya que no requirió de trabajos mecánicos de reparación.
Es decir, recopilando toda la información real sobre lo ocurrido, lo único cierto es que un Dash 8 de la compañía aérea Maldivian actuó frente a una tormenta de la manera en la que tenía que hacerlo, con el fin de preservar la seguridad de sus ocupantes y de la propia aeronave.
Naturalmente, vende mucho más hablar de una «caída en picado», maniobra que aún a propósito sería realmente complicada realizar en un avión como este, dadas sus características estructurales propias, como las alas por encima del fuselaje y por ello de su reconocida gran estabilidad.
Ahora toca preguntarse si metiendo miedo de esta manera se ayuda de alguna manera al turismo, o quizás sólo se están buscando más visitas para poder justificar las altas tarifas por publicidad que cobra Preferente a sus anunciantes.
Lo malo de todo esto es que, igual que en el cuento del lobo, cuando ocurra algo grave de verdad y sea publicado en Preferente, desgraciadamente nadie se lo va a creer.