La compañía aérea bandera de Australia es la tercera más antigua del mundo.
A día de hoy, mantiene su reputación como una de las más seguras del sector, al no haber registrado ningún accidente con víctimas mortales desde la introducción de los aviones tipo jet.
Sólo la holandesa KLM, fundada el 5 de Octubre de 1919, y la colombiana Avianca, que nacía el 5 de Diciembre del mismo año, superan a Qantas en edad.
La australiana comenzaba su andadura un 16 de Noviembre de 1920, gracias al trabajo de dos pilotos militares que prestaron sus servicios durante la I Guerra Mundial: Paul McGuinness y Hudson Fysh.
Tanto Paul como Hudson habían sobrevivido a la matanza de Galípoli, en Turquía, pero no entablaron amistad hasta que ambos se reencontraron sirviendo en el Escuadrón Número 1 de las Fuerzas Aéreas Australianas.
Su objetivo era unir Queensland, territorio al noreste del país, con las poblaciones limítrofes, una misión para la cual fundarían Queensland And Northern Territory Aerial Services Ltd, nombre que con el paso de los años se resumiría en el acrónimo Qantas.
Aunque sus dos fundadores eran expertos aviadores, carecían de cualquier tipo de formación empresarial, por lo que finalmente decidieron ocuparse única y exclusivamente de volar y dejar todas las decisiones económicas y el papeleo administrativo a un conocido hombre de negocios de la zona, Fergus McCaster.
Entre los tres consiguieron hacerse con un Avro 504, matriculado como G-AUBG, que comenzaría a operar el 30 de Enero de 1921, tras hacerse con un contrato estatal para transportar correo.
En la misma fecha haría aparición el cuarto componente de la jovencísima aerolínea, Wilfred Arthur Baird, también antiguo compañero de armas en el ejército australiano durante la I Guerra Mundial, reconvertido posteriormente en mecánico de aviones.
Durante casi dos años se dedicaron a repartir sacas de correo entre Queensland y el Territorio Norte, hasta que una casualidad haría que se planteasen la posibilidad de transportar a pasajeros.
Fue el 2 de Noviembre de 1922 cuando unas fortísimas lluvias dejaron inutilizadas las carreteras y la única vía férrea que existía en aquel momento, incidencia que perjudicaba muy gravemente a Alexander Kennedy, de 86 años de edad, el cual debía trasladarse lo más urgentemente posible hasta la localidad de Cloncurry.
Alexander pensó que si con aquel avión se podían transportar sacas de correo, también sería posible llevarlo a él, por lo que se dirigió hasta las oficinas de la aerolínea, ubicadas entonces en Longreach, para hacer la correspondiente pregunta.
Obviamente, Paul y Hudson estuvieron de acuerdo con la propuesta, y procedieron a extender el primer billete de su historia, que naturalmente contenía un más que extenso texto legal para cubrirse las espaldas en caso de sufrir algún accidente.
En 1925 la pequeña aerolínea descubriría un jugoso negocio, repartiendo mantequilla y cubitos de hielo en poblaciones donde apenas podían llegar los suministros.
Y sólo 3 años después, en 1928, gracias a la ayuda de un joven doctor se inaugurarían los servicios médicos por vía aérea, conocidos como «Flying Doctors», que todavía se mantienen hoy en día en Australia para dar servicio a comunidades poco accesibles por carretera.
El hito más importante en la corta historia de Qantas se produciría en el año 1934, cuando decidió unirse con Imperial Airways para dar lugar a una sola aerolíena: Qantas Imperial Airways.
Tras un año operando con éxito vuelos domésticos dentro del territorio australiano, en 1935 se daba el gran salto, y Qantas Imperial Airways completaba su primer vuelo internacional entre Brisbane y Singapur.
La ruta fue operada a bordo de un cuatrimotor De Havilland DH86, en el que volaba una pasajera de la alta sociedad: Lady Edwina Mountbatten.
En 1938, Qantas Imperial Airways comenzó a utilizar los hidroaviones Empire para operar vuelos hasta Singapur. Desde allí se podía conectar con los hidroaviones de la inglesa BOAC, que se dirigían de regreso hasta Southampton.
De esta manera, por primera vez se podía volar desde el Reino Unido hasta Australia, y Qantas abandonaba la pequeña localidad de Longreach para establecerse definitivamente en Sydney.
Con el estallido de la II Guerra Mundial, Qantas se vio obligada a suspender los vuelos a y desde Singapur, ya que las tropas japonesas se habían hecho con gran parte del territorio.
Para seguir manteniendo la conectividad con Europa, se optó por hacer uso de los hidroaviones del tipo Catalina, que podían volar durante muchas horas sin repostar.
Esto dio lugar a la ruta entre Ceilán, en Sri Lanka, y Perth, en el Oeste de Australia, un vuelo con una duración media de más de 30 horas.
Los pasajeros que viajaban en estos aviones recibían un curioso diploma al llegar a destino, certificando su pertenencia a «La extraordinaria y secreta orden de los dos amaneceres».
En 1945 la ruta pasó a ser operada por los famosos B-24 Liberator, reduciendo el número de horas necesarias para completarla.
Por esta razón, también se cambió el titulo del diploma otorgado a los pasajeros que la completaban, que pasó a denominarse «La elevada orden del salto más largo».
Los Liberator fueron los primeros aviones que lucieron el símbolo del canguro en sus fuselajes.
En 1947 Australia decidiría hacerse con todas las acciones de Qantas, pasando a convertirse en una aerolínea de propiedad estatal.
El gobierno australiano entraba en la compañía inyectando importantes cantidades de dinero en efectivo, gracias al cual se pudieron comprar los primeros Lockheed Constellation.
Con la llegada de la era Jet, en el año 1959, Qantas sería la pionera en dos conceptos muy diferentes.
Por un lado, la aerolínea comenzaría a usar en sus aviones los toboganes plegables para ayudar a la evacuación en casos de emergencia, que actualmente son obligatorios en todos los aviones.
Por otro lado, Qantas inventaba el concepto de la cabina Business Class, dirigida a aquellos que podían pagar más dinero por sus billetes y volar con ciertos lujos añadidos.
Durante los años 60 con los nuevos Boeing 707, y en los 70 con el gigantesco Boeing 747, Qantas lograba hacerse un nombre dentro del sector aéreo, y su imagen internacional era ya reconocible en los aeropuertos más importantes de todo el mundo.
En 1992 y tras la fusión con Australian Airlines, Qantas pasaba de nuevo a manos privadas, y British Airways se hacía con un 25% de sus acciones.
Años después, en 2008, la compañía recibiría su primer Airbus A380, que pasaría a convertirse en el emblema de Qantas, una historia de amor que parece muy cercana a acabar definitivamente por culpa de la pandemia actual.
Curiosamente, Qantas nacía cuando el planeta todavía estaba azotado por otra pandemia, la gripe española, que acabaría con la vida de 50 millones de seres humanos en todo el mundo, y ahora cumple su centenario en el medio de otra, que ha causado la mayor crisis de la historia del sector aéreo.
Entre una y otra, miles de historias, anécdotas, buenas y malas noticias, pero sobre todo un trabajo constante que esperemos dure, como mínimo, otros 100 años más.
Happy Birthday Qantas !!!!