Roma Fiumicino: Primer aeropuerto 5 estrellas de la era Covid

La consultora Skytrax ha comenzado a evaluar las medidas tomadas por aeropuertos de todo el mundo para frenar la expansión de la Covid19, y los resultados de los primeros informes alertan de que todavía queda un camino muy largo por recorrer.

Durante todo este mes de Septiembre se revisarán los aeropuertos más relevantes de Europa. En Octubre se hará lo propio con los de Oriente Medio y Asia, en el mes de Diciembre será el turno de los ubicados en Norteamérica y Sudamérica, para finalizar en el mes de Enero del próximo año con los correspondientes a Africa.

Se valoran 21 apartados diferentes, entre los que se encuentran la limpieza general de las terminales, el grado de higienización de los baños, la política sobre utilización de mascarillas, el uso de EPI´s por parte del personal del aeropuerto, o el respeto a la distancia social, entre otros.

Para ello no sólo se emplea la propia experiencia y control visual de los examinadores, sino que además se están utilizando tests ATP, los cuales miden la cantidad de microorganismos en crecimiento sobre las superficies.

Curiosamente, se ha confirmado que todos los aeropuertos cuentan con unos protocolos especialmente estrictos para luchar contra el nuevo tipo de coronavirus, pero a la hora de ponerlos en práctica no se está aplicando ese mismo nivel de exigencia.

En este momento ya figuran cerradas la valoraciones de Roma Fiumicino, Londres Heathrow, Niza, y Málaga.

Mientras que el aeropuerto italiano ha conseguido las máximas puntuaciones en prácticamente todos los apartados valorados, haciéndose con un resultado final total de 5 estrellas (el máximo posible), los otros tres tan solo han llegado a las 3 estrellas, dejando dudas muy preocupantes sobre sus respectivos protocolos sanitarios.

De hecho, ayer mismo se estrenaba el vuelo entre Roma Fiumicino y Milán Linate, operado por Alitalia y en cuyo avión sólo pueden embarcar aquellos pasajeros que hayan superado un test PCR durante las 72 horas previas al despegue, aportando el correspondiente certificado, o dos horas antes en las instalaciones del propio aeropuerto.

Estos vuelos «Covid Free» están destinados a aumentar la confianza de los usuarios del transporte aéreo, sabiendo que además de las medidas de prevención que se toman dentro de la cabina, todos sus ocupantes han superado un test PCR previo y anterior al embarque.

Además, Fiumicino ha destacado principalmente en el respeto al distanciamiento social entre pasajeros, los controles de temperatura corporal, que se hacen automáticamente a través de un casco que utilizan los encargados de esta labor, la limitación de capacidad en los establecimientos del aeropuerto, y la desinfección de áreas públicas y baños.

Desgraciadamente, los otros 3 aeropuertos cuyos informes ya se han cerrado, no han quedado tan bien como el italiano.

En el caso de Málaga, se ha fallado estrepitosamente en lo que se refiere a guardar el distanciamiento social preventivo entre pasajeros.

Y quizás no sea este el dato más preocupante, ya que el aeropuerto andaluz ha obtenido sus peores calificaciones en lo que se podría entender como los apartados más sensibles de cara a la prevención frente al covid19, como el grado de limpieza de los baños así como el de las áreas públicas.

Por otro lado, Málaga sólo obtuvo una puntuación de 5 estrellas en el apartado que se refiere a la vigilancia activa por parte del aeropuerto para obligar a los pasajeros a hacer uso de mascarillas.

Finalmente, 3 estrellas muy generosas para un aeropuerto de especial relevancia dentro del país, un resultado que deja muchas dudas en el aire.

El aeropuerto londinense de Heathrow finalmente se hizo con 3 estrellas y media, que bien podían haberse convertido en 4 de no ser por dos apartados muy concretos.

Por un lado, se ha penalizado fuertemente el no respetar la capacidad máxima sugerida para los establecimientos comerciales ubicados dentro del aeropuerto, como tiendas, bares y restaurantes, mientras que por otro también se ha apuntado a la falta de utilización de los EPI´s correspondientes por parte del personal de seguridad.

Igual que el aeropuerto malagueño, Heathrow obtuvo su mayor puntuación en lo que se refiere a las medidas adoptadas para obligar a los pasajeros a hacer uso de las correspondientes mascarillas.

El aeropuerto de Niza se queda finalmente también con 3 estrellas y media, en parte debido a los mismos problemas detectados en Heathrow.

Los investigadores de Skytrax detectaron en el aeródromo francés una preocupante afluencia de clientes en los establecimientos comerciales del aeropuerto, que sobrepasaba la recomendada por las autoridades sanitarias, así como la falta de uso de los EPI´s correspondientes por parte del personal de seguridad.

Niza coincide con el aeropuerto de Málaga en que al parecer no se respeta el distanciamiento social entre pasajeros.

Igual que en los otros dos casos anteriores, Niza obtuvo sus únicas 5 estrellas en el apartado correspondiente al cumplimento de la norma que obliga a los pasajeros a portar mascarillas dentro del aeropuerto.

Seguiremos muy atentos a los informes relativos a los demás aeropuertos, y también nos quedamos especialmente preocupados al comprobar que de las 4 evaluaciones realizadas hasta el momento, el peor parado es un aeródromo español.

Entendemos que se puedan cometer fallos en lo que se refiere al número de clientes permitidos en una tienda, o en un bar de un aeropuerto, en un momento determinado, pero nos parece inconcebible que con la que nos está cayendo encima, los puntos más criticados en Málaga sean los referidos a la limpieza de los baños y de las instalaciones en general.

Según se puede leer en la guía Skytrax, un aeropuerto valorado con 3 estrellas «indica un estándar medio en los procedimientos de limpieza y mantenimiento».

Para la consultora, los aeródromos que obtienen esta puntuación «no aplican los protocolos de limpieza e higiene necesarios de manera regular o constante. Brindan una limpieza visual razonable y unas medidas de desinfección e higiene con una tasa de aprobación del 50% durante la validación científica».