Tal y como advertimos hace más de un año, la situación de tensión interna que se estaba viviendo en Ryanair sólo podía acabar de una forma: la huelga.

Los máximos responsables de la aerolínea lowcost irlandesa han tenido (y siguen teniendo) infinidad de oportunidades para evitar esta medida extrema por parte de sus empleados, pero han preferido seguir ejerciendo un papel despreciativo con estos, intentando minimizar todas sus acciones y restando importancia a las cada vez mayores protestas y reivindicaciones.

Es más, el día en el que Michael O´Leary decidió reconocer a los sindicatos dentro de Ryanair, con la única y exclusiva finalidad de evitar parones por parte de los trabajadores, desde Turama comentamos que era todo una simple fachada que no iba a llevar a ningún sitio. El reconocer a los representantes legales de los empleados no implica ni ponerse a trabajar con ellos, ni atender sus reivindicaciones, que es exactamente lo que ha pasado.

Artículo de Turama de fecha 16 de Diciembre de 2017

O´Leary llegó a restar importancia a la labor de los pilotos, indicando que su trabajo «no era tan difícil», e incluso propuso un sistema por el cual cada avión sería volado por un solo piloto. Evidentemente, su idea no fue aprobada por las autoridades competentes, pero a día de hoy es un proyecto que la aerolínea sigue contemplando para el futuro.

Respecto a los TCP, tripulantes de cabina, Ryanair actúa con puño de hierro, castigando y penalizando de maneras que rozan la legalidad a aquellos que osan no cumplir con los objetivos de venta marcados, o que se atreven a cuestionar órdenes. No hay muchos ejércitos en el mundo que ejerzan mayor presión sobre sus soldados, que Ryanair sobre sus TCP.

Al final, o la aerolínea vuelve a pasar el capote de faena y se inventa algo nuevo para evitar el desastre, o este Verano quedará marcado por los cientos de miles de pasajeros de Ryanair que se van a quedar sin volar.

Las fechas

En principio, y todavía a la espera de que se puedan anunciar más parones en los próximos meses, los primeros que van a dejar de trabajar son los pilotos irlandeses de Ryanair.

Después de una votación en la que 94 profesionales se mostraron a favor de continuar con la huelga y sólo uno de ellos en contra (imaginamos que será pariente del dentista que nunca está de acuerdo con lo que opinan los otros 9, cada vez que se recomienda un dentífrico), el próximo Jueves, día 12 de Julio, se producirá un primer parón de 24 horas.

Esta huelga tiene una especial importancia, ya que es significativo que se trate de los pilotos del país en el que la aerolínea irlandesa tiene su mayor hub y centro de operaciones.

Por esta razón, no sólo se verán afectados pasajeros de Irlanda, sino que la medida va a evitar que muchos aviones despeguen desde este país para operar sus rutas habituales por toda Europa.

Además de esto, hay que contar con los más de 1.100 vuelos cancelados que lleva Ryanair en el mes de Junio, principalmente debido a las huelgas de controladores aéreos, los 700.000 pasajeros que el año pasado se quedaron en tierra durante la crisis de vacaciones de los pilotos y todos los afectados por los parones sufridos en Portugal durante las vacaciones de Semana Santa.

Pero esto sólo va a ser el aperitivo de lo que viene más adelante, ya que los siguientes en mostrar los dientes son los tripulantes de cabina.

Los TCP de Ryanair en Italia han decidido ir a la huelga el día 25 de Julio, y los que operan desde bases en España, Portugal y Bélgica, harán lo mismo pero los días 25 y 26 de Julio.

Es probable que a estas movilizaciones se sumen plantillas de otras bases europeas y que las mismas se aumenten durante lo que resta de Verano.

Posibilidades reales de huelga

Todavía recordamos cuando O´Leary había dicho aquello de que «se congelará el infierno antes de que yo reconozca sindicatos de trabajadores».

Lo cierto es que lo ha hecho, y por las noticias que tenemos a día de hoy, el infierno no se ha congelado.

O´Leary cuenta con una baza a su favor y es que sabe que por mucho que sus pasajeros se vean afectados en mil y una disputas laborales, se cancelen o retrasen vuelos, no se abonen indemnizaciones o se deje a gente tirada por los aeropuertos, estos volverán a comprar billetes de Ryanair.

El precio de los asientos manda y la lowcost irlandesa sigue manteniendo las tarifas más económicas del mercado, lo que hace que finalmente aquellos que vuelan con un presupuesto más modesto no tengan más opciones que acabar en un avión de Ryanair.

A pesar de que podamos hablar aquí sobre Michael O´Leary y contar mil detalles dignos de una película de miedo, hay que reconocer que esta persona ha cogido una pequeña aerolínea y la ha convertido en uno de los negocios más rentables del planeta, lo cual no es precisamente moco de pavo. Por esta razón, lo que no podemos hacer es despreciar la inteligencia de alguien que ha conseguido semejante «hazaña», porque realmente lo es.

Ante esto, todos nos preguntamos si O´Leary dejará que se produzcan las protestas, igual que ocurrió con los pilotos alemanes el año pasado y los TCP en Portugal este año, o pasará a la acción y se sacará algo de la chistera para apaciguar los ánimos en el ultimísimo momento.

El máximo responsable de Ryanair no es tonto, precisamente, y sabe que si claudica podría estar dando el primer paso hacia una normalización laboral de sus empleados, lo que económicamente no le beneficiaría. Por otro lado, si se producen los parones, la imagen de Ryanair va a quedar muy tocada y no es descartable que muchos usuarios acaben por cansarse y opten por pagar más dinero y viajar en otras aerolíneas.

Nosotros creemos que O´Leary va a mantener la tensión hasta el final y que si logra evitar estas acciones, va a ser en el último minuto. Pero, y aquí está todo el Quid de la cuestión, los sindicatos si no son capaces de dar un puñetazo en la mesa y mostrar algo de decisión en pleno Verano, quedarían totalmente descalificados en el futuro para volver a presionar a Ryanair.

De esta forma, igual que cuando se hacían las típicas disputas que veíamos en muchas películas, en la que dos enemigos se lanzaban uno contra el otro montados en sus respectivos coches, el primero que salte y evite la colisión, pierde.

¿Y qué puedo hacer?

Si crees que vas a ser uno de los afectados por las huelgas en Ryanair, puedes pedir que te cambien tus billetes para otra fecha, o que te devuelvan el importe íntegro de los mismos.

En caso de que te pillen en un aeropuerto, tienes derecho a que la aerolínea se haga cargo de tu manutención y alojamiento hasta que puedas regresar a casa.

Hasta aquí, la teoría, pero ahora vamos a la práctica. Si tienes billetes con Ryanair para los días que hemos mencionado, considera cambiarlos. Si las protestas te cogen en tu destino y tu vuelo es cancelado sin aviso previo, la compañía debería pagar tus gastos, indemnizarte y devolverte a casa, pero eso no va a pasar.

Como ya hemos dicho en múltiples ocasiones, las lowcost funcionan muy bien cuando no hay problemas, pero cuando estos aparecen, simplemente dejan de funcionar.

No creemos que Ryanair vaya a ponerse a pagar indemnizaciones a todos sus pasajeros afectados, ni tampoco a alojarlos en hoteles y pagarles una pensión completa, básicamente porque eso no lo ha hecho nunca en su historia.

Abonando un billete de 50, 60 ó 80 euros, no esperes que te vayan a alojar en un hotel, ni a darte de comer en un restaurante 3 veces al día, aunque legalmente esto sea obligatorio.

Así que en estos casos, lo que corresponde es ser lo más práctico posible: cuantos menos líos, mejor.

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