Ryanair hace su particular Agosto

No van las cosas demasiado bien para la aerolínea lowcost más importante del viejo continente.

A los enormes problemas que está provocando la crisis del Boeing 737MAX, se les suma la cada vez más cercana posibilidad de un Brexit sin acuerdo, y una posible huelga de trabajadores durante el próximo mes de Agosto.

Aún así, Ryanair ha publicado sus resultados económicos del primer cuatrimestre del año, que llevan a sus arcas un total de 262 millones de euros brutos, a los que hay que descontar todos los impuestos correspondientes.

Esta cifra supone una caída del 24% con respecto al mismo período del año anterior.

737MAX

No es demasiado raro ver a Michael O´Leary realizando declaraciones ante la prensa muy salidas de tono, pero el mensaje que acabó lanzando a Boeing este mismo fin de semana, quizás fue excesivamente explícito.

Ryanair contaba con 58 Boeing 737MAX para el Verano del año que viene, y a día de hoy todavía no puede operar con ninguno.

Después de muchas vueltas y cábalas, O´Leary ha confirmado que, con mucha suerte, podrán empezar a volar  con el 737MAX en Febrero o Marzo del 2020, y si todo va increíblemente bien, como mucho podrá tener en flota un número cercano a las 20 unidades de este nuevo avión, que está llevando a Boeing por la calle de la amargura.

El máximo responsable de la lowcost irlandesa recomendaba a Boeing «ponerse las pilas» y resolver todas las incidencias surgidas con el MAX lo antes posible.

Después de estas declaraciones, suavizaba de nuevo la situación apuntando que confía plenamente en el MAX, ya que cuando vuelva a volar será el avión más revisado y controlado de la historia. Veremos…

Brexit

Cuando afirmamos en su día que el Brexit acabaría causando problemas no sólo a los turistas británicos y europeos, sino también a las compañías aéreas, recibimos muchos comentarios haciendo alusión a un acuerdo especial con la UE, que finalmente evitaría todas estas inconveniencias.

Pero este asunto, lejos de mejorar, cada día se enturbia un poco más, y las expectativas de una salida abrupta del Reino Unido, sin ningún tipo de acuerdo con la UE, son a día de hoy lo más probable.

A Ryanair, la broma del Brexit ya le ha costado 700 millones de euros, que fueron los utilizados para una recompra de acciones que finalmente permitiese seguir operando a la lowcost con normalidad y cumpliendo con todas las legislaciones oportunas.

Sin embargo, en el caso de un portazo inglés a la UE, la libre operación aérea entre el Reino Unido y Europa sólo está garantizada hasta Marzo del 2020. A partir de ese momento, es imposible saber qué podría pasar con el tráfico de pasajeros.

Recordemos que este asunto también toca de manera muy directa a Iberia, otra compañía que se las prometía muy felices, pero que cada día está viendo como su futuro queda más en el aire.

Los beneficios

Las buenas noticias para Ryanair es que, todavía en estas circunstancias, ha logrado seguir ganando dinero y sumando beneficios, lo cual dice bastante de la gallina de los huevos de oro del bajo coste.

Una de las causas que explican esto, es que más del 32% de todo el dinero que gana, se lo debe a los «extras» que cobra a sus pasajeros.

Sin ir más lejos, el mejor ejemplo lo tenemos en lo sucedido el pasado día 13 de Julio en un vuelo entre Marsella y Manchester.

El avión de Ryanair permaneció durante dos horas parado en pista, soportando una temperatura exterior que superaba los 30 grados centígrados. Cuando los pasajeros reclamaron a la tripulación botellas de agua para poder mitigar el fuerte calor que se registraba dentro de la cabina, se les informó que el precio de cada una ascendía a 3 euros.

Gracias a todos estos cobros «a mayores» que realiza la aerolínea, Ryanair se embolsó durante el pasado año un total de 2.800 millones de dólares, sólo por detrás de las 4 gigantes del sector: American, United, Delta y Southwest.

Las bebidas alcohólicas que se sirven a bordo (y que crean tantos problemas), y las loterías son sólo una minucia en comparación con las dos fuentes más importantes de ingresos extra: el equipaje y la elección de asiento.

El año pasado, Ryanair subía un poco más su propio listón, prohibiendo el equipaje de mano gratuito dentro de la cabina.

Desde ese momento, los pasajeros sólo pueden acceder al avión con un bulto que no supere las medidas de 40x20x25, esto es, un pequeño bolso de mano o maletín.

Para poder embarcar con una maleta convencional de cabina, hay que abonar el extra correspondiente (alrededor de 12 euros), y para facturarla en la bodega del avión, entre 25 y 40 euros.

Además, Ryanair también fue una de las pioneras a la hora de separar a los pasajeros integrantes de una misma reserva dentro del avión, salvo el correspondiente pago del extra en cada vuelo, que puede variar muy significativamente dependiendo de la ruta y del porcentaje de ocupación de la misma.

Ejemplo

La manera en la que Ryanair logra exprimir al máximo a sus pasajeros en cada vuelo, no es ni de lejos la más exagerada del sector.

La aerolínea de bajo coste mexicana VIVA Aerobus, consigue prácticamente la mitad de todos sus ingresos de los cobros a mayores.

En territorio europeo, sólo Wizzair y Volotea superan a Ryanair en su política de «nada incluido», dependiendo en un 41.1% y 34.8%, respectivamente, de los cobros por lo que se conoce como «ancillaries».

Pero ha sido la consultora estadounidense IdeaWorks Company.com, la que en su informe actual sobre los ingresos extra de las aerolíneas (ancillaries) publicaba un estudio referente al caso de Ryanair.

La empresa norteamericana tomaba como ejemplo un vuelo entre Dublín y Alicante, asumiendo que el avión que opera dicha ruta lo hiciese a su máxima capacidad, esto es, 189 pasajeros.

En ese caso, 80 pasajeros pagarían el «Priority Fee», dejando en la caja de Ryanair un total de 870 euros a mayores.

Otros 60 pasajeros pagarían por facturar una maleta (25 euros), lo que al final sumaría la cantidad de 1.500 euros.

Por último, un mínimo de otros 3 pasajeros serían obligados a facturar su equipaje en el propio mostrador de Ryanair, lo que significaría otros 75 euros más.

Sólo con estos 3 conceptos, sin contar lo que se pudiese vender durante el trayecto de 3 horas, la lowcost ingresaría un mínimo de 2.445 euros a mayores en dicho vuelo.

Recordemos que todos los empleados de Ryanair tienen que cumplir con un mínimo de ventas a bordo, por lo que muy fácilmente la compañía podría llegar a los 3.000 euros en «ancillaries» en un vuelo entre Dublín y Alicante.

Nuestro ejemplo

En Turama no nos cansaremos nunca de repetir a todos nuestros clientes y seguidores, que antes de reservar un billete de avión basándose en un sólo precio, consulten el conjunto final del gasto que van a tener que asumir.

Tomamos como ejemplo un caso de hace muy pocos días, para volar en el próximo mes de Septiembre entre Madrid y Berlín.

El billete con Ryanair ascendía a la cantidad de 90.35 euros, y con Iberia llegaba a los 131.24, es decir, una diferencia a favor de la irlandesa de 40.89 euros.

Ahora bien, hay diversos factores que deben de ser tenidos en cuenta:

Para empezar, Iberia vuela al aeropuerto de Tegel, y Ryanair al de Schönefeld. Para contratar un desplazamiento privado al centro de Berlín, existe una diferencia de 30 euros a favor de Tegel, situado más cerca de la ciudad alemana.

La tarifa de Ryanair no permite equipaje de mano en cabina, tan solo un bulto de pequeño tamaño. Para poder embarcar con la típica maleta de cabina, habría que desembolsar a mayores alrededor de 9/12 euros.

Además, si se quiere reservar sitio, también sería necesario desembolsar otros 3 euros.

La tarifa de Iberia incluye reserva gratuita de asiento en las 24 horas previas al despegue, y una pieza de equipaje de mano en cabina por pasajero.

Que cada uno haga sus números y calcule si realmente acaba pagando más, o menos, por su viaje, no sólo por su vuelo.

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