Ryanair intentará bloquear las ayudas estatales a las aerolíneas

Seguimos la terrible tendencia de tener que comunicar a diario la quiebra de diversas compañías aéreas alrededor de todo el mundo.

Hoy, ha sido la aerolínea germana LGW la que se ha declarado insolvente.

Se trata de una subsidiaria de Eurowings, que trabaja en exclusiva para la filial lowcost de Lufthansa, haciéndose cargo del mercado regional.

LGW tiene una flota de 16 aeronaves, todas ellas del modelo De Havilland Canada DHC-8 Dash 8.

Hoy mismo también hemos conocido los resultados financieros de la propia Lufthansa para este primer cuatrimestre, que arrojan un balance negativo con pérdidas que superan los 1.200 millones de euros.

En este momento, la situación económica de la aerolínea bandera de Alemania es crítica, y se encuentra en proceso de negociación con el ejecutivo germano para cerrar un plan de ayudas por importe de 10.000 millones de euros, lo que supondría una cifra récord.

Tanto Alemania, como la propia aerolínea, pretenden que los gobiernos de Suiza, Bélgica y Austria también se involucren en el rescate, lo cual podría garantizar al mismo tiempo la subsistencia de Swiss, Brussels Airlines y Austrian Airlines.

Pero si ayer mismo comentábamos la noticia protagonizada por Michael O´Leary, máximo responsable de la lowcost Ryanair, el cual confirmaba que no iba a respetar dentro de sus aviones la distancia de seguridad entre pasajeros recomendada por la OMS, porque eso supondría no poder ganar dinero, apenas 24 horas después el propio O´Leary ha subido su tono muy notablemente.

El CEO de Ryanair ha remitido una carta a Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, indicando que están dispuestos a recurrir a los tribunales si se aprueban los rescates que muchos gobiernos ya tienen firmados con diversas aerolíneas.

O´Leary pretende que la política de negociación de este tipo de ayudas se modifique de urgencia, para que finalmente cada país tenga que aprobar subvenciones a todas las aerolíneas que operen dentro de su territorio, de manera proporcional y atendiendo exclusivamente a la cuota de mercado de cada una de ellas.

Ryanair ha advertido de que si no se cumplen sus exigencias, procederá a interponer reclamaciones judiciales de inmediato, lo cual ralentizaría todo el proceso enormemente.

En el caso de que Ryanair cumpla su amenaza, muchas aerolíneas tendrán que declararse en quiebra, al no poder llegar a percibir los importes acordados de manera inmediata.

Por parte de la Unión Europa no se ha querido valorar la postura de Ryanair, pero sí se ha comunicado a la prensa que se están manteniendo conversaciones con todas las compañías aéreas que operan en territorio europeo.

Esta filosofía de Ryanair no es ninguna novedad dentro de su modus operandi habitual. Hace apenas dos semanas también presentó una queja formal directamente al gobierno de Austria, argumentando que no deberían de subvencionar a la aerolínea Austrian Airlines, ya que ahora mismo pertenece al grupo Lufthansa por lo que los contribuyentes austriacos no tendrían porqué estar beneficiando con el dinero de sus impuestos a una empresa Alemana.

Evidentemente, la intención de Ryanair buscaba el mayor beneficio para su propia subsidiaria, Lauda, que dispararía su cuota de mercado en el país si Austrian Airlines tuviese que declararse en quiebra.

De hecho, O´Leary ha inundado de denuncias la Corte Europa de Justicia durante los últimos 30 años, y en la inmensa mayoría de las ocasiones se trataba de temas relacionados con ayudas y subvenciones estatales a la competencia.

Del mismo modo, también en la inmensa mayoría de los casos sus pretensiones fueron desestimadas.

En declaraciones realizadas al diario alemán Handelsblatt, O´Leary aprovechó para quejarse una vez más sobre los acuerdos firmados por Francia, Países Bajos, Dinamarca, y Suecia, que favorecerían a Air France, KLM y SAS.

Según su propia teoría, Ryanair no se beneficiará de ayudas por parte de ninguno de estos países, cuando está operando más rutas que la mayor parte de compañías bandera de Europa.

El enfado de O´Leary también podría estar relacionado con los últimos traspiés legales sufridos por Ryanair.

Hoy mismo, la Audiencia Nacional ha declarado nulo el despido colectivo promovido por Ryanair entre sus trabajadores de las bases de Canarias y Gerona, tras apreciar «mala fe, fraude, coacción, y abuso de derecho en el proceder patronal».

La aerolínea tendrá que readmitir de nuevo a los 224 trabajadores despedidos, en las mismas condiciones en las que venían desempeñando sus servicios.

Además, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea también fallaba en contra de Ryanair, tras una denuncia presentada por Italia en el año 2011. A partir de ahora, cuando la lowcost anuncie, publique, o publicite ofertas, deberá de incluir obligatoriamente en el precio indicado todos los costes considerados inevitables y previsibles.

La denuncia partía del hecho de que Ryanair habría estado promocionando ofertas e indicando precios en los que no incluía el IVA correspondiente, el cual sólo se sumaba al final cuando el usuario formalizaba la compra.

Además, Ryanair tendrá que avisar antes de que se realice la venta de un billete de avión, sobre el coste total de la comisión a abonar por el uso de una tarjeta de crédito.

Recientemente, también se prohibió a Ryanair continuar la campaña de publicidad que había lanzado, en la que afirmaba ser la aerolínea más «verde» y menos contaminante de Europa.

Muy al contrario, Ryanair es la compañía aérea que lanza más CO2 a la atmósfera, pero desde la aerolínea se decidió que era mejor idea tomar las estadísticas desde otra perspectiva, por lo que optaron por dividir sus emisiones entre el número de pasajeros de sus aviones, tergiversando con ello el razonamiento principal.

Con el fin de no confundir al usuario, que podría elegir volar con Ryanair por razones ecológicas, varios países procedieron a prohibir la campaña publicitaria de la lowcost.

En general, el panorama en el sector aéreo es realmente alarmante. El día de ayer, cuatro aviones de Virgin Australia que permanecían estacionados en el aeropuerto de Perth, fueron rodeados por diversos vehículos para evitar que puedan ser retirados.

Las autoridades aeroportuarias australianas, reclaman a la compañía el abono de varios pagos pendientes, tres días después de que Virgin Australia se declarase insolvente.

Desconocemos realmente si, dada la situación actual, la mejor estrategia para una compañía aérea es intentar dinamitar a la competencia a base de reclamaciones judiciales, considerando que la inmensa mayoría de ellas serán desestimadas, en vez de preocuparse por su propia imagen y viabilidad futura.

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