La lowcost irlandesa acaba de recibir su primer Boeing 737MAX.
Algunos pasajeros habían manifestado su intención de no volar en el nuevo avión, lo que ha llevado a Ryanair a tomar esta decisión.
En el transcurso de la tarde de hoy, tomaba tierra en Dublín el primer Boeing 737MAX de Ryanair, con matrícula EI-HEN.
Con más de dos años de retraso, y tras 3 meses de pruebas en los EEUU, la aeronave cubrió sin incidencias los 7.300 Km que separan el aeropuerto de Boeing en Seattle y la capital de Irlanda.
El MAX es la apuesta de futuro para Ryanair, que durante los próximos años recibirá un total de 210 aparatos de este modelo, una operación valorada en 22.000 millones de dólares.
Después de los accidentes sufridos en 2018 y 2019, que propiciaron una suspensión temporal de este avión, en Diciembre del año pasado regresaba de nuevo a las flotas de varias aerolíneas estadounidenses.
Desde entonces ha transportado de manera segura a más de 5 millones de pasajeros, un dato que todavía parece no convencer a aquellos que han colgado el San Benito de «avión peligroso» al MAX.
Michael O´Leary, Consejero Delegado de Ryanair, ha manifestado que la mejor manera de convencer a sus clientes sobre la fiabilidad del MAX, es no obligarlos a volar en el.
Durante un período inicial, que se ha establecido entre unos 4 y 6 meses, todos aquellos pasajeros de Ryanair que no quieran embarcar en la cabina del 737MAX200, podrán cambiar sus billetes para tomar el siguiente avión que cubra la misma ruta.
Según O´Leary, si el vuelo parte de los aeropuertos de Stansted (Londres) o Dublín (Irlanda), debería de haber suficientes frecuencias para que los afectados no tengan que esperar demasiado tiempo para despegar, algo que inevitablemente sí ocurrirá en otras ubicaciones.
Un dato a tener en cuenta, es que Ryanair no ofrecerá ningún tipo de reembolso a los usuarios que libremente hayan decidido no volar en el MAX.
Por nuestra parte, creemos que la decisión de O´Leary se contradice con sus propias declaraciones:
«Tenemos tanta confianza en este avión, y tanta confianza en que nuestros pasajeros desearán volar en el, que permitiremos el desembarque a aquellos que no quieran viajar en su cabina».
El 737MAX lleva volando desde Diciembre de 2020 sin provocar ningún tipo de incidencia, y en los EEUU no hizo falta dejar un «periodo de confianza» a los usuarios, ya que cuando se aprobó su regreso se habían acometido con éxito todos los trabajos exigidos por la FAA.
Expresar que se confía tanto en un avión que se permitirá no volar en el y escoger otro, es en si misma una paradoja bastante complicada de asumir.
Cualquiera que viaje en avión con cierta asiduidad, debe saber que más tarde o más temprano acabará haciéndolo en un MAX, ya que este modelo es la evolución natural de la familia 737 de Boeing, la más vendida y popular entre las principales compañías aéreas.
O´Leary espera que durante el tiempo en el que se mantenga su oferta, los pasajeros más desconfiados cambien de opinión al ver que no ocurre nada distinto de lo habitual con el MAX, pero es él mismo el que lo está tratando de una manera especial nada más recibir su primera unidad.
El 737MAX200 de Ryanair es una adaptación del MAX8 que puede transportar hasta 200 pasajeros, 11 más que los 737-800 que está utilizando en este momento la aerolínea irlandesa.
Se prevé que igual que sus antecesores, este modelo se convierta en un récord de ventas durante los próximos años, dejando atrás de manera definitiva toda la polémica que suscitó en su momento.
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