Las acciones de la aerolínea se desplomaron un 20%.
Scandinavian Airlines System, más conocida en el sector como SAS, mantiene una deuda que supera los 4.000 millones de dólares, en gran parte consecuencia de los efectos de la pandemia sobre el turismo y a las restricciones sanitarias implementadas a nivel internacional.
La aerolínea ha recibido durante estos dos últimos años un total de 1.320 millones de euros en ayudas y subvenciones, principalmente desde los ejecutivos de Suecia y Dinamarca, además de importantes contribuciones realizadas por el grupo Wallenberg.
Sin embargo, un reciente informe publicado por el banco noruego DNB y que se dio a conocer esta misma semana, alerta sobre el riesgo de entrar en bancarrota si no se ejecuta cuanto antes una reestructuración de la compañía.
Esta noticia ha provocado una importante caída en las acciones de SAS, que el pasado Miércoles llegaron a perder un 20% de su valor.
«No es bueno tomar decisiones cuando uno se encuentra al lado del precipicio. SAS debe de actuar ahora». De este modo se expresaba Jacob Pedersen, responsable de la gestión bursátil para el banco danés Sydbank.
SAS ha experimentado una auténtica montaña rusa de sensaciones desde comienzos de año, tras convertirse en uno de los mejores valores del mercado bursátil sueco, justo en el momento en el que se eliminaban la mayoría de las restricciones de entrada a los países escandinavos.
La euforia se disipó rápidamente durante la huelga mantenida por los trabajadores de handling de la aerolínea en el aeropuerto de Copenhague, que acabó provocando numerosos retrasos y cancelaciones de vuelos.
Esta huelga fue calificada por SAS como ilegal, al no haberse declarado de manera oficial, lo cual no evitó que miles de pasajeros tuviesen que regresar a sus domicilios sin haber podido volar y sin sus equipajes.
La fuerte presencia lowcost también ha dañado de manera muy seria los resultados económicos de SAS, que actualmente tiene que competir con diversas compañías de bajo coste operando en su propio territorio.
De momento, la aerolínea se ha limitado a presentar su programa para este Verano, en el que tiene programadas 230 rutas directas desde Escandinavia a 120 destinos internacionales, entre los que se incluyen Alicante, Barcelona y Málaga, ciudades en las que se ha aumentado el número de frecuencias para la temporada estival.