Se acabó el equipaje de mano gratuito

Cuando todavía estamos pendientes de conocer la opinión del Ministerio de Fomento ante el anuncio de Ryanair de empezar a cobrar a sus pasajeros por el equipaje de mano en cabina, a partir del próximo mes de Noviembre, resulta que la gran mayoría de compañías aéreas que operan sobre territorio europeo ya han decidido hacer exactamente lo mismo.

Es más, no sólo eso, muchas de ellas lo habrían propuesto mucho antes que Ryanair, pero postergaron su decisión final ya que precisamente tenían dudas sobre la legalidad de esta medida y su impacto en el público, después de ver lo ocurrido con American Airlines.

De esta manera, es Ryanair quien se lleva la mala fama, cuando han sido otras quienes han cardado la lana.

Como ya dijimos y anunciamos en otros post previos, poco se va a poder hacer para frenar esta nueva moda, que funciona desde hace bastante tiempo con total normalidad en los EEUU.

De hecho, la mayor y más importante compañía aérea del planeta, American Airlines, lanzaba esta medida ya a principios del año pasado, prometiendo además las tarifas más bajas del mercado.

Precisamente, el modelo de American Airlines es el que se pretende seguir por gran parte de las aerolíneas europeas tradicionales. Consiste en ofertar un número limitado de asientos al precio más bajo en determinados vuelos, que no dan derecho a subir con equipaje de mano en la cabina (salvo algún pequeño bolso personal que no necesite ser guardado en el compartimento superior), ni tampoco a elección de asiento.

Además, los pasajeros que se acojan a este tipo de tarifa super economy, tendrán que embarcar en último lugar en el avión, por lo que también se verán más afectados en caso de overbooking, no tendrán derecho a upgrades, ni al reembolso de las cantidades abonadas.

Muy poco después del anuncio hecho por American Airlines, eran otras dos gigantes del sector las que también decidían seguir sus pasos. Mientras United no dudaba un minuto en aplicar los mismos criterios para este tipo de tarifas, ya que disponía de un producto similar desde el año 2016 con fortísimas restricciones sobre el equipaje de mano, Delta empezó con dudas en relación al cobro de un extra por el equipaje de mano, decisión que al final le ha salido muchísimo más rentable.

La cuestión y razón principal de todo esto es que las aerolíneas tradicionales europeas, las que se supone que no son lowcost, están muy hartas de tener que competir contra Ryanair en inferioridad de condiciones.

Hoy en día, en el sector del turismo, íntimamente relacionado con el aéreo, todo se base en el marketing, principalmente online. Si hay una aerolínea que anuncia un precio inferior al de otra que está operando exactamente la misma ruta, gana la que lo oferta por menos dinero.

Da igual que esa tarifa supuestamente más económica esté llena de limitaciones y restricciones que pueden acabar perjudicando muy seriamente al pasajero. Ahora mismo, lo que importa no es vender al precio más económico, sino que el pasajero tenga la sensación de estar comprando lo más barato del mercado.

De esta manera, los procesos de reserva de billetes se han complicado hasta tal extremo que el cliente tiene verdaderas dificultades para entender qué es lo que está adquiriendo.

La enorme variedad de tarifas, cada una con su enorme lista de términos y condiciones, está ahí precisamente para confundir y desde luego no para ayudar.

Todo forma parte de un muy complicado entramado de diseño de marketing, que va llevando al pasajero a través de los pasos necesarios para que le sea imposible comparar precios y condiciones. En el hipotético caso de que quisiese hacerlo, se va a encontrar con buscadores y comparadores que están manejados precisamente por las grandes compañías y que sólo muestran una información parcial e interesada.

De esta manera, el cliente final tiene la sensación de haberse llevado una ganga, cuando en el 90% de los casos disponía de otras opciones que le permitían viajar de manera más económica, o en mejores condiciones, pero finalmente no fue capaz de llegar a ellas porque consideró que ya tenía toda la información que necesitaba.

El mejor ejemplo de todo esto lo podemos encontrar en los grandes buscadores de habitaciones de hotel online. En concreto, vamos a referirnos al mayor de todos, cuyo nombre empieza por «B» y acaba en «king».

Este coloso de las reservas online ha decidido publicar los precios de algunos hoteles, principalmente todos los que están en EEUU, sin añadir los impuestos procedentes.

Esto equivaldría a que nosotros os facilitásemos una tarifa para una habitación de hotel sin añadir el IVA correspondiente. En cuanto os pusieseis a hacer comparaciones, veríais que es el precio más bajo de todos. Claro, la sorpresa es cuando se llega al hotel y se informa al cliente que le resta por abonar una cantidad bastante importante por el concepto de impuestos, y no hablamos precisamente de los turísticos municipales, que esos sí que es obligatorio abonarlos en el hotel, y siempre son cantidades muy inferiores.

Y son precisamente los buscadores online los que han determinado finalmente que American Airlines haya decidido anular su política de equipaje de mano para las tarifas super economy.

El problema que han visto los directivos de American es que sus tarifas economy, que sí permiten una maleta de mano a bordo del avión, salían en las listas de todos los buscadores en último lugar, ya que su precio era superior al de estas tarifas «super economy».

Por esta razón y viendo que United Airlines tenía un producto en el mercado exactamente igual, y Delta a día de hoy sí permite la maleta de mano, American ha decidido eliminar esta restricción de sus tarifas super economy, con la intención de mejorar su posicionamiento en la web y plantar una fuerte competencia a Delta.

Es decir, la que crea la nueva norma, al final ve que acaba perjudicándole claramente frente a la competencia, y recula tan solo un año después de haberla implantado.

Pues el sector aéreo en general ya está copiando las mismas tácticas que lleva haciendo Ryanair desde hace mucho tiempo. Se empieza con la tarifa básica, que se supone debe de existir, a la que se añade la preposición «desde». A partir de ahí, un sinfín de opciones para sumar conceptos que hace tan solo unos pocos años venían de serie en prácticamente todas las aerolíneas.

Este asunto ha llegado a tales términos, que ya están saliendo los viajes combinados lowcost, que anuncian precios muy bajos pero no incluyen conceptos tan básicos como los desplazamientos desde el aeropuerto, ciertas tasas e impuestos, bebidas, el precio de las excursiones, etc etc etc.

Es decir, el pasajero cree que está comprando lo más barato que hay en el mercado, sin percatarse de dos cosas: por un lado, todo lo que le resta por abonar en destino, que probablemente le salga mucho más caro que a aquel que ya lo lleva incluido, y por otro, la enorme cantidad de limitaciones y restricciones que va a tener durante su viaje.

Por último, y adelantándonos a vuestras preguntas, os podemos indicar que estas medidas comenzarán a ponerse en práctica en breve en muchas otras aerolíneas, no sólo en Ryanair. Las tradicionales las aplicarán primero en sus filiales lowcost, así como en todas las subsidarias tipo «Express», para finalmente lanzarlas al mercado de manera generalizada.

El mero trámite que se está haciendo desde el Ministerio de Fomento se va a quedar precisamente en eso, un mero trámite. En cuanto finalice el mismo, se dará rienda suelta para que la práctica totalidad de compañías aéreas apliquen la medida del cobro extra del equipaje de mano en las tarifas más económicas.

Y ojo, porque esto sólo es el principio.

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