Todos los gastos correrán a cargo del magnate japonés Yusaku Maezawa.
La misión tiene previsto despegar en 2023 utilizando la aeronave Starship, desarrollada por SpaceX.
El multimillonario japonés Yusaku Maezawa está buscando a 8 voluntarios que lo acompañen en la primera misión civil con destino en la Luna.
Los afortunados no tendrán que preocuparse del coste de su billete, ya que Maezawa compró todas las plazas disponibles dentro del aparato el pasado 2018.
Se desconoce la cantidad total que tuvo que desembolsar a la empresa SpaceX, fundada por Elon Musk.
En todo caso, el dinero no es precisamente un problema para Maezawa, que ha amasado una verdadera fortuna gracias a sus empresas de comercio electrónico, y muy especialmente tras la venta en 2019 de Zozo Inc..
A pesar de esto, parece que el magnate no va precisamente sobrado de amigos, por lo que ha ideado un proceso de selección para reclutar a los 8 astronautas civiles destinados a orbitar nuestro satélite dentro de dos años.
La única condición requerida es un tanto abstracta, ya que lo que se pide a los aspirantes es que sean «personas creativas».
En un principio, se había creído que el japonés hablaba de artistas, como músicos, pintores, escritores, etc, pero posteriormente se ha aclarado que cualquier persona que haga algo creativo puede suscribir el formulario para apuntarse a la selección.
Si te consideras a ti mismo una «persona creativa», tienes hasta el próximo 14 de Marzo para presentar tu candidatura. A continuación te dejamos el enlace a la página web en la que debes apuntarte:
El día 21 de Marzo comenzarán los trabajos para revisar las candidaturas, y se prevé comunicar el nombre definitivo de los elegidos a finales de Mayo.
Como es obvio, todos los integrantes de la expedición tendrán que superar las correspondientes entrevistas y un examen médico que va a garantizar que están en condiciones físicas de superar este importante reto.
La buena noticia es que Maezawa también correrá con todos los gastos que generen los futuros astronautas durante el posterior entrenamiento.
La mala es que SpaceX todavía no ha resuelto el problema de los aterrizajes, tras haber registrado dos explosiones en sus prototipos, la última sucedida hace apenas un día cuando el SN10 regresaba tras una prueba de altura a su base en Boca Chica, Texas.
Los ingenieros de SpaceX están totalmente convencidos de poder resolver esta grave incidencia durante los próximos meses, y de hecho ya han programado para finales de este año una misión que orbitará la Tierra.
La «Inspiration 4» llevará fuera de nuestro planeta a 4 turistas espaciales, a la cabeza de los cuales se encuentra otro empresario multimillonario, en este caso el estadounidense Jared Isaacman.
Isaacman ha regalado una de las plazas a una mujer que recientemente ganaba su batalla contra el cáncer, aunque se desconoce quiénes ocuparán los dos asientos restantes.
La misión Dear Moon
Aquellos que resulten elegidos para acompañar a Maezawa en la misión Dear Moon no llegarán a poner su pie en la Luna, ya que la nave espacial diseñada por SpaceX tiene previsto orbitar nuestro satélite.
Eso sí, disfrutarán de unas vistas privilegiadas reservadas para muy pocos, y además tendrán el enorme placer de presenciar cómo amanece en la Tierra durante su viaje de regreso a casa.
Si bien es cierto que las condiciones para convertirse en astronauta son prohibitivas para la inmensa mayoría de la población, no se pueden comparar con las exigidas a los turistas espaciales.
Los futuros viajeros del espacio no necesitan aprender a pilotar una aeronave, ni deben tener conocimientos científicos avanzados, ya que su papel se limita exclusivamente a disfrutar del paseo.
El entrenamiento al que son sometidos tiene como único objetivo que se familiaricen con todas las fases de las que consta cada misión.
Maezawa ha subrayado que espera una total colaboración entre los integrantes de la expedición, la cual ayudará a «empujar los límites de la creatividad», según sus propias palabras.
Podrá parecer un tanto snob, pero muy pocas veces en la vida se va a dar la oportunidad de realizar un viaje como este, y además de manera totalmente gratuita.
Tal y como comentábamos la semana pasada, el turismo espacial es la evolución natural hacia la que apunta el sector aéreo, pero debido a sus precios desorbitados no va a ser una actividad asequible para la mayoría de nosotros.
Con el paso de los años se espera que aumente la oferta considerablemente, igual que ocurrió en su momento con los viajes en avión, lo que significará una bajada en el precio de los asientos en alguna de estas aeronaves.
Mientras tanto, nos queda la esperanza de que continúen surgiendo multimillonarios dispuestos a subvencionar la aventura, lo cual nos permitirá seguir soñando con un paseo por el espacio.