Boeing ha confirmado la localización de un fallo en el montaje de algunas unidades de su modelo 787 «Dreamliner», lo que ha obligado a retirar un total de 8 aviones para proceder a realizar las comprobaciones técnicas y reparaciones oportunas.
En un principio, las tres compañías aéreas afectadas por este problema son la norteamericana United Airlines, Air Canada, y Singapore Airlines.
La incidencia se ha detectado en el ensamblaje del fuselaje de popa, situado en la parte trasera de la aeronave, el cual y según un comunicado textual de Boeing «presenta un problema que no se corresponde con los estándares de calidad establecidos».
A pesar de que en este momento sólo se han visto afectados 8 aviones en concreto, uno perteneciente a la flota de United, otro a la de Singapore Airlines, y seis a la de Air Canada, existe cierta incertidumbre en el sector, después de todas las incidencias por las que ha atravesado este modelo y también por el posterior fiasco provocado por el 737MAX.
El constructor norteamericano ha asegurado que está haciendo las investigaciones correspondientes para poder determinar si hay mas aeronaves afectadas, lo que deja la puerta abierta a una nueva crisis para Boeing.
Actualmente, hay cerca de 1.000 Boeing 787 «Dreamliners» repartidos en 69 compañías aéreas de todo el mundo.
Esta noticia llega justo en el momento en el que se anuncian novedades relacionadas con el caso 737MAX, el cual está siendo probado en los EEUU y también en Canadá para confirmar si los trabajos de reparación y modificaciones de software realizados durante este año, pueden garantizar que no se volverán a repetir las incidencias que provocaron dos catástrofes aéreas casi consecutivas.
El historial del 787 «Dreamliner»
Cabe recordar en este momento que la historia del «Dreamliner» tampoco se puede considerar precisamente ni como un cuento de hadas, ni como un crucero de placer.
El 787 «Dreamliner» acumuló más de dos años de retraso en su proceso de fabricación y entrega, debido a innumerables incidencias que incluso obligaron a realizar aterrizajes de emergencia a la primeras unidades operativas.
En Junio del 2010 se detectó un problema en los estabilizadores horizontales, que obligó a detener la cadena de producción para poder realizar las correspondientes revisiones.
Tan solo un mes después se localizaba otra incidencia en los motores Trent 1000 de Rolls Royce, que acabaría retrasando la entrega del primer aparato a la compañía japonesa ANA.
En Noviembre del mismo año y durante unas pruebas sobrevolando la ciudad de Texas, se declaraba un fuego a bordo del 787, el cual tenía que realizar un aterrizaje de emergencia provocando una nueva crisis en Boeing.
El 25 de Septiembre de 2011, el primer 787 «Dreamliner» totalmente operativo era entregado a la aerolínea ANA, y sólo seis meses después Boeing comunicaba la localización de una serie de fallos en el fuselaje que obligaban a retirar temporalmente las cinco unidades entregadas hasta esa fecha.
Una vez más, el 28 de Julio de 2012 otro «Dreamliner» declaraba una emergencia en pleno vuelo mientras realizaba pruebas en Carolina del Sur, lo que llevó a las autoridades estadounidenses a abrir una investigación para determinar qué estaba sucediendo con este modelo.
El 5 de Septiembre de 2012, un «Dreamliner» de la flota de ANA tenía que abortar la maniobra de despegue tras declararse fuego en un motor, debido a un fallo en las conexiones hidráulicas del avión.
El 4 de Octubre de 2012, era General Electric la empresa que recomendaba una revisión en profundidad de sus motores GEnx, instalados en varios 787 y algunos 747.
El 5 de Diciembre de ese mismo año, la FAA ordenaba una nueva revisión de todos los modelos 787 «Dreamliner», al detectarse problemas en los conductos que llevan fuel a los motores.
El 7 de Enero de 2013 se declara un fuego a bordo de un 787 de la compañía japonesa JAL, mientras se encontraba estacionado en el aeropuerto de Boston.
Tan solo un día después, otro 787 de JAL sufría una fuga de combustible mientras volaba a los Estados Unidos. La tripulación decidía cancelar el vuelo y regresar al aeropuerto de origen.
El 9 de Enero de 2013, y por tercer día consecutivo, continuaban las incidencias a bordo de otro «Dreamliner». En esta ocasión, United Airlines advertía sobre un problema en el cableado de las baterías que alimentan la unidad de potencia auxiliar del avión.
Otros dos días después, el 11 de Enero de 2013, un 787 de JAL sufría una fuga de combustible.
La gota que acabaría por colmar el vaso se producía el 13 de Enero de 2013, cuando otro 787 declaraba el mismo problema en pleno vuelo. Las autoridades japonesas comienzan entonces una investigación independiente sobre Boeing y su «Dreamliner».
Sólo cinco días después, el 16 de Enero de 2013, un 787 de ANA tiene que desviarse de su ruta al detectar humo en la parte trasera del aparato.
Las investigaciones realizadas llevaron a la conclusión de que los cables que conectaban las baterías del APU presentaban importantes deficiencias, por lo que los 50 modelos «Dreamliner» que se habían entregado hasta la fecha tuvieron que retirarse temporalmente para poder ser reparados.
Después de 4 meses de trabajos, el 26 de Abril del 2013 de nuevo se daba el visto bueno para retomar las operaciones con el 787 «Dreamliner».
Las buenas noticias duraron sólo dos meses, ya que en Junio de ese mismo año se producían dos nuevas incidencias en aparatos de las flotas de JAL y United Airlines.
Ambas aeronaves se veían obligadas a realizar sendos aterrizajes de emergencia tras comunicar problemas técnicos en pleno vuelo.
Un mes después, un 787 de Ethiopian se incendiaba mientras permanecía estacionado en el aeropuerto londinense de Heathrow. La investigación posterior relacionó el fuego con las baterías de litio utilizadas en este modelo, las cuales tuvieron que ser revisadas y sustituidas.
El 18 de Julio de 2013, un 787 de JAL regresaba a Japón tras descubrir una avería en el sistema de combustible.
Cuatro días después, Qatar Airways confirmaba un fallo eléctrico en otro de sus «Dreamliner», y dejaba su flota en tierra hasta poder concluir las reparaciones pertinentes.
Dos días después, el 24 de Julio de 2013, era Air India la aerolínea que tenía que cancelar un vuelo tras detectar nuevos problemas eléctricos en uno de sus 787.
Ese mes acabaría con otros dos aparatos de ANA y United Airlines retirados temporalmente por sendos problemas en sus baterías traseras.
Sin embargo, la crisis de mayor duración en este modelo se produjo durante el año 2018, justo en el momento en el que se detectaron fallos en una serie de sus motores Rolls Royce, que ya habían creado importantes incidencias en el pasado.
La noticia obligó a mantener a todos los Boeing 787 «Dreamliner» entregados hasta la fecha en tierra, hasta determinar qué aparatos estaban afectados y cuáles no.
Por todas estas razones, la nueva comunicación de Boeing ha causado un gran revuelo en el sector, que teme tener que volver a enfrentarse a problemas con sus 787 en el período en el que estamos sufriendo la mayor crisis de su historia.
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