Vietnam lucha desesperadamente por salvar la vida de un piloto inglés

El 28 de Abril del 2003, Vietnam era declarado por la OMS como el primer país del mundo en contener y eliminar las infecciones por SARS, una enfermedad provocada por otro tipo de coronavirus predecesor del que conocemos hoy en día.

Tras el devastador efecto que tuvo el SARS en muchos lugares de Asia, Vietnam se las arregló para registrar tan «solo» 63 contagios y 5 pacientes fallecidos.

Para las autoridades sanitarias vietnamitas no había ningún secreto ni receta mágica, la clave radicaba en «realizar tests masivos a la población y separar a los infectados de los que no lo están».

Pero en realidad , Vietnam sí utilizó otro sistema distinto para concienciar a su numerosa población sobre la gravedad de la situación, que consistía en dejar de publicar datos estadísticos inconexos, que tan sólo se veían como una avalancha de cifras y no eran asumibles para gran parte de la población, y pasar a centrarse en un caso concreto.

De esta manera, en el año 2003 todo el país se centró en la evolución de una paciente, Nguyen Thi Men, una joven madre que había sido diagnosticada de SARS e ingresada en un hospital local, y cuyo estado de salud se deterioró de tal manera que a los pocos días entraba en coma y tenía que ser trasladada a una UCI.

La lucha de Thi Men por sobrevivir sirvió de ejemplo para muchos vietnamitas, los cuales dejaron de ver el problema como algo lejano y tomaron conciencia de las medidas necesarias para evitar la propagación del virus.

Finalmente, Thi Men lograba superar la enfermedad, convirtiéndose en un ejemplo de esperanza para muchos otros pacientes a lo largo de todo el mundo.

La gestión vietnamita actual de la crisis provocada por la Covid-19, también podría ser considerada un éxito.

A día de hoy, el país asiático tan «solo» ha declarado 288 contagios y ningún fallecido.

Igual que ocurría en 2003, Vietnam se ha centrado totalmente en el único paciente que permanece ingresado en estado grave en uno de sus hospitales.

En esta ocasión, se trata de un piloto comercial inglés que presta sus servicios profesionales para Vietnam Airlines, una compañía aérea estatal.

Conocido como «el paciente 91», este hombre de 43 años de edad tan solo conserva el 10% de su capacidad pulmonar, y las autoridades sanitarias acaban de declarar que su única posibilidad de salvación pasaría por un doble transplante de pulmón, una intervención quirúrgica que en China ya se ha realizado con éxito en otros enfermos de Covid-19.

El gobierno de Vietnam ha gastado hasta la fecha más de 200.000 dólares para mantener con vida al «paciente 91», en un país en el que el sueldo medio estimado es de aproximadamente 200 dólares mensuales.

La concienciación social de los vietnamitas ante la nueva epidemia ha llegado a tal extremo, que hasta 10 personas se han ofrecido voluntarias para convertirse en donantes de pulmón, entre ellas un veterano de guerra de 70 años de edad.

Sin embargo, los responsables sanitarios del país se han visto obligados a declinar todos los ofrecimientos, ya que la normativa legal no permite en la mayoría de los casos extraer órganos de personas vivas.

Vietnam ha llegado a importar material médico, sanitario, y distintos tipos de medicinas para tratar los coágulos de sangre que presenta el «paciente 91», pero hasta el momento todo el tratamiento que ha recibido no ha servido para mejorar su estado de salud.

El país vive actualmente pendiente del desenlace final de esta situación, la cual todavía se espera pueda llegar a buen fin, igual a cómo ocurrió en el 2003.

Mientras tanto, Vietnam sigue haciendo tests y aislando en hospitales a todos aquellos contagiados que consigue localizar.

Una rapidísima respuesta de las autoridades nacionales tras identificar al paciente cero del país, un ciudadano norteamericano que volaba desde Hong Kong hasta Hanói, y una población especialmente concienciada con el problema, han conseguido los resultados conocidos a día de hoy.

Para una sociedad infantilizada y con comportamientos pueriles como la nuestra, quizás un ejemplo a tener muy en cuenta.

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