Vuela de Amsterdam a Miami y acaba en Madrid tras dar 11 vueltas a Zamora

Se trataba de otro día en la oficina para los pilotos del Airbus A330-200 de la compañía Avianca Cargo, los cuales debían operar el pasado 29 de Agosto la ruta que une Amsterdam con Miami, en los EEUU.

Hablamos de un aparato destinado al transporte de mercancías, no de pasajeros, matriculado en los Estados Unidos y que cuenta con 7.6 años de vida operativa dentro de la flota de la aerolínea colombiana.

Airbus A330 pertenciente a la flota de Avianca Cargo

La aeronave despegaba con normalidad desde el aeropuerto de Schiphol, y ponía rumbo Oeste con el fin de sobrevolar el Norte de Irlanda.

Cuando se encontraba a nivel de vuelo 340 (10.350 metros) y a unos 100 km al Oeste de Belfast, la tripulación reportó un «problema técnico menor«, solicitando autorización para regresar a los Países Bajos.

Los pilotos descendieron hasta el nivel de vuelo 180 (5.500 metros) para realizar el trayecto de regreso al aeropuerto de Schiphol, avisando a los controladores conforme no necesitaban ningún tipo de asistencia, ya que sólo se trataba de una «incidencia técnica menor» relacionada con un problema de tipo eléctrico.

Tras realizar un patrón de espera sobre el Mar del Norte, de nuevo la tripulación contacta con el servicio de control aéreo holandés informando sobre nuevas instrucciones recibidas desde su central, que ordenaban al aparato dirigirse hasta el aeropuerto de Barajas, en Madrid.

De esta manera, el Airbus vuelve a ascender hasta el nivel de vuelo 230 (7.000 metros) y toma rumbo Suroeste hacia la Península Ibérica.

Ruta seguida por el avión de Avianca Cargo

El avión entra en territorio español por Asturias, a la altura de la localidad de Ribadesella, para posteriormente dirigirse a Zamora, donde permanecería aproximadamente una hora realizando un patrón circular con la supuesta finalidad de consumir combustible antes de tomar tierra.

Finalmente, y tras más de 7 horas de vuelo, el avión aterrizaba sin mayores incidencias sobre la pista del aeropuerto madrileño.

Aunque pueda parecer algo muy extraño, este tipo de situaciones se desarrollan en el sector aéreo en más ocasiones de las que uno podría imaginar.

Ante una avería de cualquier tipo, y sobre todo antes de realizar una ruta transoceánica, es primordial localizar el origen del fallo y determinar si este puede llegar a afectar a la seguridad en vuelo y por ello a la integridad de los ocupantes del aparato.

Todos los modelos de avión cuentan con una lista MEL (Minimum Equipment List) que especifica exactamente los equipos que aún estando inactivos permitirían seguir operando con normalidad.

En el caso que nos ocupa, la tripulación del aparato de Avianca Cargo decidió que era mejor regresar al aeropuerto de origen para revisar la incidencia detectada, antes de adentrarse sobre el Océano Atlántico.

Muy probablemente se habrá valorado el posible coste de tener que realizar las reparaciones oportunas en Amsterdam, frente a hacerlo en Madrid, y la compañía haya entendido que a pesar de las horas de vuelo que esto suponía resultaba más beneficioso dirigirse a España.

Este tipo de decisiones son menos problemáticas de tomar cuando lo que se está transportando es carga, ya que en el caso de llevar pasajeros a bordo los problemas se multiplican.

Esto es lo que ocurrió el 9 de Febrero del 2018 a otro Airbus A330 de la aerolínea Iberia, el cual había partido de Madrid y se dirigía hacia la ciudad china de Shanghai.

Airbus A330 de la flota de Iberia

Cuando sobrevolaba la población rusa de Novosibirsk, la tripulación detectó una avería y el piloto al mando comunicó a los pasajeros que debían de regresar a Madrid, ante la estupefacción general de todos los ocupantes de la cabina.

Tomar tierra en Rusia habría significado no sólo un importante compromiso técnico, sino que además es necesario tener en cuenta los problemas de tipo diplomático y administrativo con los que se podrían haber encontrado los pasajeros que volaban en el aparato, los cuales obviamente no contaban con los correspondientes visados.

El avión de Iberia acabó aterrizando en Helsinki (Finlandia), lo cual al menos supuso acortar de manera importante las horas de vuelo de regreso hasta España.

Lamentablemente, los pasajeros a bordo del avión de Air France que operaba el vuelo AF116 desde París hasta Shanghai no tuvieron la misma suerte.

Igual que en los casos anteriores, tras detectarse un fallo técnico los pilotos decidían tomar tierra en pleno Invierno en la localidad rusa de Irkutsk, situada en Siberia.

Ante la imposibilidad de arreglar el problema y dado que nadie a bordo contaba con los permisos correspondientes, hasta que se pudo retomar el vuelo todos los ocupantes del aparato permanecieron escoltados por miembros del ejército y de la policía local, sin poder acceder a sus pertenencias que seguían en el interior del avión.

Pasajeros de Air France en Siberia

Sin duda, una excelente historia que podría derivar fácilmente en el guión para una película, y que a día de hoy nadie ha sabido explotar.

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