Los grupos IAG y Globalia, a los que pertenecen las aerolíneas Iberia y Air Europa, respectivamente, alcanzaban un acuerdo de compraventa en Noviembre del año 2019, por una cantidad estipulada en 1.000 millones de euros.
Gracias a esta operación, Iberia se haría cargo de una de sus mayores rivales en el hub de Madrid, principalmente en lo que se refiere a destinos en el continente americano, potenciando en buena medida su competitividad desde el aeropuerto de Barajas.
Entre medias, una pandemia que ha estado muy cerca de arrasar al sector aéreo hizo recapacitar a los directivos de la compañía bandera española, que en Enero del pasado año ajustaban el precio de compra de Air Europa hasta los 500 millones de euros.
Lamentablemente, la lenta recuperación del sector sumada a una situación económica poco favorable en Air Europa, y el ojo inquisidor de los responsables de competencia de la Unión Europa, hicieron que Iberia tirase la toalla y abandonase temporalmente la operación.
Decimos «temporalmente» porque todavía queda mucha tela que cortar dentro de este culebrón, y ambas aerolíneas mantienen un hilo de negociaciones con la esperanza de poder completar algún día el proceso de compraventa.
Como era de suponer, Air Europa no desea permanecer cruzada de brazos mientras Iberia continúa deshojando la margarita, por lo que ha comenzado una ronda de contactos con otras compañías aéreas que también estarían especialmente interesadas en llegar a algún tipo de acuerdo comercial.
Al parecer y por la información que ha trascendido a día de hoy, ninguna de ellas estaría interesada en participar del capital de Air Europa, al menos con las condiciones económicas actuales, pero si estarían dispuestas a gestionar los intereses de la aerolínea, una fórmula que al mismo tiempo también maneja Iberia.
En su momento, tanto Air France como Lufthansa se opusieron a la fusión de Iberia y Air Europa, considerando que semejante movimiento estratégico ponía en serio peligro la libre competencia de mercado, y con ello se dañaban sus intereses en las rutas hacia América.
Sin embargo, la situación cambia radicalmente cuando se pone sobre la mesa la posibilidad de un acuerdo entre la compañía francesa y la española, lo que supondría una más que evidente amenaza para Iberia.
Air France no sólo lucha por hacerse con el mercado de rutas hacia los Estados Unidos, sino que además y conjuntamente con sus socios de KLM, operan un número de servicios muy importante en toda Latinoamérica.
En un principio, Air Europa encajaría a la perfección dentro de este puzle comercial, razón por la cual la compañía de la familia Hidalgo se deja querer por las principales rivales de Iberia.
Aunque desde algunos medios se asegura que tan solo nos encontramos ante una manera de intentar avivar el interés de Iberia por la aerolínea de Globalia, lo cierto es que hacerse con el control de Air Europa supondría para Air France adelantar a Iberia por la derecha y en su propio terreno.
Por otro lado, nos encontraríamos ante una importante y polémica disyuntiva, ya que la compañía de los Hidalgo ha recibido importantes sumas de dinero público para poder mantenerse a flote durante los meses más duros de la pandemia, un capital que a la postre podría acabar beneficiando a la aerolínea bandera de Francia.
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