Igual que en su día publicamos un post de similares características sobre Lufthansa, es necesario que hoy hagamos lo propio en relación a la compañía bandera británica British Airways.
Sólo en lo que llevamos de año, British Airways ha registrado hasta 24 incidencias relacionadas con la presencia de humo y vapores dentro de la cabina de sus aviones.
Una de las más sonadas se vivió precisamente en nuestro país el pasado día 5 de Agosto, cuando el Airbus A321-200, matrícula G-MEDN, tuvo que ser evacuado a los pocos segundos de tomar tierra en el aeropuerto valenciano de Manises, en medio de una maniobra totalmente caótica que acabó con 3 pasajeros trasladados al hospital.
La última, hasta ahora, ocurría el pasado día 5 de este mismo mes, cuando el Airbus A320-200, matrícula G-MIDX, se encontraba realizando la ruta entre Bari (Italia) y Londres Gatwick, a altura de crucero.
La cabina del aparato se llenó de humo rápidamente, por lo que se tomó la decisión de realizar un aterrizaje no programado en el aeropuerto de Basilea para proceder a su evacuación. 4 miembros de la tripulación tuvieron que ser trasladados a un hospital para recibir atención médica.
Todas estas incidencias, afectan igualmente a modelos de Boeing y de Airbus, y varias se han sufrido en el mismo aparato hasta en 3 ocasiones seguidas.
El modelo Airbus A320-200 lleva protagonizados 8 incidentes de este tipo.
El A321-200, hasta hoy, se ha visto afectado en 4 ocasiones.
El Boeing 747-400 sufrió 3 incidentes.
El Boeing 777-200/300 fue protagonista de 6 emergencias.
El A319-100/200 contabiliza hasta ahora 3 incidentes.
Hasta la fecha de hoy, ninguno de los nuevos modelos de Airbus (A350) y Boeing (787) que han entrado en la flota de British Airways, han sufrido emergencias similares.
Las incidencias más graves ocurrían los días:
21 de Enero = 11 tripulantes del Boeing 747-400 G-CIVO necesitaron el traslado a un hospital.
8 de Junio = 2 pasajeros del Airbus A321-200 G-EUXG necesitaron asistencia hospitalaria.
18 de Junio = Gran parte de la tripulación y pasajeros del Airbus A321-200 G-MEDK necesitaron asistencia médica y hospitalaria. Era la segunda incidencia similar en el mismo avión en un período de 3 meses.
23 de Junio = Toda la tripulación del Airbus A320-200 G-GATN requirió asistencia médica y hospitalaria.
14 de Julio = 8 pasajeros del Boeing 777-200 G-YMMD necesitaron ser trasladados a un hospital.
5 de Agosto = 3 pasajeros del Airbus A321-200 G-MEDN requirieron su trasladado a un centro hospitalario para ser atendidos.
5 de Octubre = 4 hospitalizados después de la incidencia del A320-200 G-MIDX.
Como comentábamos anteriormente, el avión Airbus A321-200, matrícula G-EUXG, lleva contabilizadas 3 incidencias similares. La primera el pasado 8 de Junio, con dos pasajeros hospitalizados, la segunda el 15 de Junio, sin heridos, y la tercera el 23 de Junio, también sin heridos.
Por su parte, el Airbus A320-200, matrícula G-MEDK, protagonizaba un incidente sin heridos el pasado 31 de Marzo. De nuevo, el 18 de Junio se repetía una situación similar, pero esta vez gran parte de tripulantes y pasajeros requerían de asistencia médica.
Según consta en el informe preliminar, el avión se encontraba realizando la ruta entre Londres Gatwick y Dalamán (Turquía), a altura de crucero. La cabina del aparato se llenaba rápidamente de humo y los pilotos decidían aterrizar en el aeropuerto de Frankfurt.
Varios pasajeros perdían el conocimiento antes de tomar tierra, mientras otros presentaban fuertes hemorragias en la nariz, y también vómitos.
Igual que en el incidente ocurrido en Valencia, se sospecha como causa principal del siniestro una fuga masiva de aceite en uno de los motores.
Medidas urgentes
Ya son varios los artículos que hemos subido en relación con este tipo de eventos, conocidos internacionalmente como «fume events».
En el año 2017, también avisamos de que llegarían a convertirse en el verdadero cáncer de la próxima década en el sector aéreo. Puedes leerlo pinchando en el siguiente enlace: El verdadero riesgo de volar.
Estamos hablando de aterrizajes de emergencia en unos casos, vuelos desviados en otros, pasajeros y tripulantes trasladados a hospitales, y de consecuencias derivadas de la exposición a vapores tóxicos que, a día de hoy, todavía están por aclarar y definir.
Este tipo de incidentes están provocando situaciones muy complicadas en un buen número de aerolíneas, tanto en Europa, como en el resto del mundo, como la vivida en el Prat el pasado mes de Septiembre, cuando un aparato perteneciente a la flota de la aerolínea Vueling tenía que ser evacuado en plena pista.
Es urgente que todas las compañías aéreas declaren estas situaciones, y no intenten justificarlas o encubrirlas con otro tipo de incidentes que no tienen nada que ver, con el fin de que las autoridades tomen conciencia cuanto antes de la magnitud del problema, y se puedan adoptar las medidas necesarias para intentar su resolución en el menor tiempo posible.
Seguimos viendo prácticamente todos los días a aviones aterrizar envueltos en humo, maniobras de evacuación donde cada pasajero hace la guerra por su cuenta, poniendo en grave peligro al resto de ocupantes de la cabina, y parece que los organismos competentes siguen guardando silencio y lavándose las manos.
Como siempre, tendremos que esperar a que ocurra una desgracia para que en algún despacho alguien despierte de su siesta.