Inventan un falso incidente entre dos aviones de Vueling en A Coruña

Se realizan acusaciones muy graves sin ningún tipo de fundamento técnico.

Si hay alguna noticia que sea capaz de generar un buen número de reacciones, tanto en internet como en las redes sociales, esa es la que informe sobre cualquier incidente o accidente aéreo.

Desde siempre, los vuelos en avión han sido fuente de inspiración para todo tipo de historias, mitos y películas, que en la mayoría de los casos exageran hasta el límite situaciones totalmente normales, con el único fin de captar la atención del lector.

Y para muestra, un botón: hace unas pocas semanas el diario El Mundo publicaba las imágenes de un vuelo entre Alicante y Palma de Mallorca, que coincidió con las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta Betty.

La aeronave había intentado tomar tierra en Palma, pero ante las adversas condiciones meteorológicas reinantes en la isla, la tripulación optó por cancelar la operación y regresar a origen.

Aunque en el vídeo se pueden ver unos pequeños movimientos en el interior de la cabina, y a todos los pasajeros sentados (algunos incluso sonriendo a la cámara) y en perfecto estado, la noticia arranca con un apabullante titular: «Unas turbulencias desatan el terror durante un vuelo».

Sobre el propio vídeo se puede leer: «Pánico en un vuelo de Alicante a Mallorca por turbulencias extremas».

Noticia publicada en El Mundo

Y algo relativamente similar acaba de ocurrir, esta vez en el aeropuerto de A Coruña, con la enorme salvedad de que en esta ocasión no sólo se narra un falso incidente que supuestamente afecta a dos aeronaves de la compañía Vueling, sino que además se pone en tela de juicio la profesionalidad y el trabajo tanto de los pilotos implicados, como de la persona que en ese momento se encontraba en la torre de control del aeródromo.

Las primeras informaciones surgieron en un conocido portal de noticias, que aglutina la gran mayoría de incidentes/accidentes aéreos que ocurren a lo largo y ancho del mundo.

De acuerdo con el texto original publicado, se informaba de que el pasado Domingo día 15 de Octubre, un Airbus A320 de Vueling que cubría la ruta entre Londres y A Coruña, se vio forzado a realizar un go around (motor y al aire, o maniobra para frustar el aterrizaje) al encontrarse a otro aparato de la misma compañía en la cabecera de la pista 21, a la espera de realizar la maniobra de despegue.

Según la persona que redactó la noticia, el avión que se disponía a aterrizar se vio obligado a frustrar la maniobra, al encontrarse con el otro aparato sobre la pista, indicando además que desde la torre de control no se avisó sobre la incidencia a las tripulaciones, ni se comentó en ningún momento la misma.

Torre de control aeropuerto de A Coruña

Unas acusaciones de tal magnitud deberían estar basadas en fuentes mínimamente solventes, pero en este caso se especifica que fue una persona que estaba escuchando en ese momento la frecuencia de radio del aeropuerto, la que notificó lo sucedido.

Es decir, se acusa de grave negligencia a varios profesionales en base a lo que supuestamente escuchó (o más bien no escuchó) por radio un aficionado a la aeronáutica.

Lo peor de este asunto, es que dos de los principales afectados por este bulo han explicado con todo lujo de detalles lo sucedido, sin que esto haya bastado para que, como mínimo, se rectificasen las graves acusaciones realizadas.

O dicho de otro modo, el relato de los hechos en primera persona de uno de los pilotos implicados y del propio controlador aéreo de guardia en el aeropuerto de Alvedro, tienen un valor muy inferior a lo supuestamente declarado por un aficionado que escuchaba la radio.

La realidad, como suele suceder en estos casos, es bien distinta de la historia de terror que parece se quiere vender.

En primer lugar, ambas tripulaciones eran conscientes de lo que estaba sucediendo en su entorno. El avión que iba a aterrizar era conocedor de la situación sobre la pista del aeropuerto, y el que se disponía a despegar sabía que otro tráfico se aproximaba para tomar tierra.

De hecho, este último aparato se ofreció para abandonar la pista y permitir el aterrizaje de su compañero, recibiendo instrucciones desde el servicio de ATC para permanecer sobre la misma, así como indicando al otro avión que realizase el go around.

Esta maniobra, una de las más habituales en todos los aeropuertos, se realizó sin mayor incidencia, con tiempo, espacio y altura más que suficientes, por lo que en ningún momento se vivió una situación que pudiese poner mínimamente en peligro la integridad de los aviones o de sus pasajeros.

Lamentablemente, como en realidad no hay ninguna noticia que comentar, ha sido necesario aderezar lo sucedido con toques de incertidumbre, terror, falta de profesionalidad, improvisación, peligro y mucha imaginación.

Es realmente espeluznante que cualquiera pueda utilizar las redes sociales para lanzar este tipo de fake news, que afectan de manera muy grave a la imagen y reputación de una aerolínea y de los profesionales que trabajan en ella, además de atentar directamente contra la diligencia y buen hacer de un controlador aéreo.

Un suma y sigue para la muy larga retahíla de noticias falsas que nos inundan últimamente, y que sólo pretenden lograr un importante número de reacciones, o lo que es mucho peor, dirigir la opinión del público a favor o en contra de lo que interese en cada momento.

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