Lo de Level es harina de otro costal, otro mundo paralelo a este, otra dimensión desconocida y, más que nada, otro ejemplo más del nivel de degradación que está alcanzando todo el grupo IAG, con la excepción, de momento, de Aer Lingus.
Si British Airways va de escándalo en escándalo, últimamente perdiendo los datos de las tarjetas de crédito de miles de sus clientes, Iberia aprovecha los mismos para hacer su pequeño Agosto, inflándose a pasar pequeños cargos no autorizados por supuestos seguros que nunca aparecen ni se entregan a sus titulares.
Escándalo internacional: Iberia estafa a sus pasajeros a través del CAC.
Lo de Vueling este Verano ha sido de auténtico escándalo, con un caos operativo que ha afectado a cientos de miles de pasajeros en toda Europa, pero principalmente en España.
Sin embargo, Level ve todo esto y lo sube.
La marca lowcost que opera Iberia es capaz de batir todos los récords conocidos hasta ahora, llegando a tal extremo que incluso provoca escándalos de magnitud 7.8 en la escala Vueling, que es el sistema de medida que utilizamos en Turama para calificar las barbaridades que hacen las compañías aéreas.
En esta ocasión, Level ha logrado lo que hasta ahora parecía imposible, que es liarla parda en un aeropuerto cuando todavía ni siquiera ha empezado a operar en el.
Como no le llegaba la machada que logró cancelando en el último momento los tan cacareados vuelos entre París y Montreal, que provocaron una lluvia de fuertes críticas contra la lowcost en todo Canadá, ahora empieza también destrozando el mercado que tenía previsto abrir entre Nueva York y París.
Para ello, no tuvo mejor idea que posponer el inicio de las operaciones, previstas a partir del día 4 de Septiembre entre los dos aeropuertos, pero con la pequeñísima salvedad apuntada por varios pasajeros afectados, los cuales no recibieron ningún tipo de comunicación al respecto, tal y como han confirmado a ABC News.
Según la entrevista realizada por esta prestigiosa cadena de noticias norteamericana, varios pasajeros se personaron el día que tenían previsto salir desde Newark, en Nueva York, hacia Orly, en París, descubriendo dentro del propio aeropuerto que su vuelo no existía.
Según las declaraciones de Level, la marca lowcost operada por Iberia se vio obligada a retrasar el estreno de esta ruta por dos semanas, debido a razones operacionales, por lo que el día en el que deberían volar estos pasajeros, ni había avión de Level, ni vuelo de Level, ni ningún tipo de representación de Level para atenderlos.
La situación fue tan sumamente surrealista, que algunos afectados optaron finalmente por comprar billetes de último momento para poder hacer igualmente el viaje previsto, lo que les supuso un importante quebranto económico.
Otros, simplemente regresaron a sus casas para volver a deshacer las maletas.
Una de las pasajeras que deberían haber tomado el vuelo señalado para el día 9 de Septiembre, comentó textualmente que: «he viajado a más de 40 países, una vez incluso con una tarjeta de embarque escrita a mano en Uzbekistán, pero esto nunca me había pasado».
De esta manera, Level comienza su nueva andadura desde París haciendo amigos. Ya veremos lo que dura el invento.
Más lowcost en peligro
Lo dijimos hace mucho tiempo en Turama, ante la crítica de unos y el asombro de otros: las aerolíneas de bajo coste y largo recorrido, tienen los días contados.
En este caso no nos referimos sólo a Level, que a día de hoy todavía no ha aportado ningún beneficio económico al grupo IAG, a pesar de haber pasado por su etapa explosiva inicial, en la que muchos incautos pecaron de conejillos de indias y eligieron volar con esta compañía.
Después de apenas un año de vida operacional, la bajo coste que está operando Iberia no ha podido demostrar nada de nada, ni por precios, ni por servicio, ni por ningún otro concepto.
Sin embargo, uno de los casos más sangrantes es el de Norwegian, el gigante de los viajes al otro lado del Atlántico a precio de risa, que llegó para comerse el mundo y parece que al final es el mundo el que se está comiendo a Norwegian.
Además de los continuos rumores de compras y ventas, lo único que está claro a día de hoy es que la lowcost noruega se ha visto obligada a empezar a vender aviones, con el fin de poder obtener algún tipo de liquidez que le permita asumir el enorme pedido de más de 200 aparatos que tiene previsto recibir en los próximos dos años.
Con la excusa de una evidente renovación de flota, esta medida parece una decisión encaminada a poder afrontar los pagos pendientes y también la deuda que ahora mismo tiene por delante la aerolínea.
Esto se une a las continuas cancelaciones de aquellas rutas que por cualquier causa parece que no le funcionan, entre las que destaca especialmente la que está operando en la actualidad entre Londres y Singapur, y que ya tiene una fecha de caducidad prevista para Enero del 2019.
A pesar de que esta ruta es una de las más populares en el Reino Unido, de nuevo y una vez más, queda evidenciado que no es posible volar recorridos de larga distancia a precios irrisorios. Es cierto que los primeros meses esto hace un enorme daño a la competencia, pero finalmente se trata de un negocio que no es posible mantener en el tiempo.
Norwegian tiene todo su futuro pendiente de que la nueva aventura que ha comenzado en Argentina, y también en Brasil, salga adelante. En un mercado muy especial, con unas características muy particulares, donde hasta el día de hoy todas las aerolíneas han tenido muy serios problemas, Norwegian se lo juega a todo o nada.
WOW cae en barrena
Por su parte, otra de las que empiezan a caer en barrena es la islandesa WOW, una más de las que venían a revolucionar el mercado a base de tirar las tarifas en los recorridos de larga distancia.
Hasta ahora, y siendo una empresa privada, poco se sabía de su economía interna, pero eso ha cambiado al salir a la luz hace escasas fechas el estado real de sus arcas, el cual es bastante preocupante.
En el período que va desde Julio del 2017 a Junio de 2018, WOW perdió un total de 45 millones de dólares, con un margen operacional negativo de -8,2%.
En lo que respecta a lo que queda de este ejercicio, la aerolínea islandesa cuenta con recuperar un poco sus números, perdiendo «solamente» la cantidad de 28 millones de dólares, lo que equivaldría a un margen operacional negativo del -4,2%.
Su CEO, Skúli Mogensen, por fin se ha dado cuenta que volar sobre el Atlántico con un nivel mínimo de calidad, conlleva una enorme cantidad de gastos adicionales. Por mucho que se hayan cortado y recortado todos los conceptos posibles por lo que se puede cobrar a un pasajero, esto no es suficiente no sólo ya para ganar dinero, sino incluso para no perderlo.
Dicho esto, Mogensen ha decidido ahora salir al mercado bursátil, con el fin de poder obtener algún dinero que le permita seguir con su aventura de bajo coste.
Además de esto y a la vista de que el sector aéreo está saturando las rutas que sobrevuelan el Atlántico, Mogensen también ha decidido sumarse a la nueva moda y empezar a volar hacia Asia, donde todos creemos que se centrará el mercado en los próximos años.
Específicamente, WOW se ha decidido por la India, uno de los países que ha tenido el mayor incremento de pasajeros de todo el mundo, lo que anuncia un mercado floreciente y todavía muy poco explotado.
A partir del próximo mes de Diciembre, WOW comenzará a volar a Delhi desde Los Angeles, por unos 200 euros por tramo. En nuestra opinión, el batacazo va a ser de órdago.
El resumen de todo esto es un poco desalentador. Por un lado, Level dando la nota y dejando su nombre en ridículo allí por donde pasa, con el añadido de que los medios de comunicación extranjeros se suelen referir a ella como «la lowcost española», cuestión esta bastante discutible.
Norwegian reinventándose para poder subsistir y viendo la manera de afrontar el enorme reto que tiene por delante, uno de los más complicados del sector aéreo en toda su historia.
WOW agarrándose a un clavo ardiendo y soportando pérdidas demasiado grandes para una aerolínea de muy escaso tamaño, lo que puede acabar de una manera muy abrupta en cualquier momento.