Por la dificultad que entrañan y la pericia que requieren, muchos de estos aeropuertos obligan a que las tripulaciones se certifiquen antes de operar en ellos.
En inglés se los conoce con el sobrenombre de «White Knuckle Rides», haciendo referencia al color blanco que adquieren los nudillos cuando se aprietan los puños en una situación de tensión.
Desde luego, no están hechos para corazones débiles ni para pasajeros primerizos.
Aterrizar o despegar desde cualquiera de estos aeropuertos es ya toda una experiencia en sí, y cada vez atraen a más viajeros cuyo único interés es llegar a ellos para posteriormente documentarlo a través de las redes sociales.
A continuación, te presentamos los aeropuertos más temidos del mundo.
Tenzing Hillary Airport
Lukla, Nepal
Sólo un grupo muy selecto de pilotos es capaz de aterrizar y despegar desde este aeropuerto.
A una altitud de 2.860 metros, aquí comienzan su aventura la gran mayoría de visitantes del Himalaya.
Justo en el medio de las montañas más altas del planeta, soportando importantes golpes de viento durante todo el día, así como nieblas matutinas, nieve y hielo, la aproximación a su pista es probablemente una de las más complicadas que existe en la actualidad.
En uno de los extremos de la pista se sitúa una montaña, y en el otro una caída al vacío de más de 300 metros.
Con una longitud de pista de tan solo 527 metros, el aeropuerto de Tenzing Hillary no da lugar a segundas oportunidades.
Paro International Airport
Bután
Igual que en el caso anterior, sólo un puñado de pilotos tienen permitido operar desde este aeropuerto.
Dada la dificultad de la aproximación, todos los vuelos tienen que aterrizar y despegar con luz de día, y de manera exclusiva cuando las condiciones meteorológicas así lo permitan.
Las montañas que lo rodean tienen una altura media superior a los 5.500 metros, y el avión tiene que seguir una estrecha senda por el medio.
Los pilotos sólo llegan a ver la pista justo en el último momento y después de realizar un giro cerrado a baja velocidad, con el fin de no salirse de ella tras tomar tierra.
Barra Airport
Escocia
Bajamos de las montañas y nos quedamos en el único aeropuerto en todo el mundo donde se despega y aterriza desde la propia playa.
Las operaciones y su horario dependen de los estados de la marea, por lo que se ajustan de tal manera que el nivel de agua en la orilla deje espacio suficiente a los aviones.
Los pilotos deben conocer a la perfección los vientos que suelen azotar la zona, y también la arena sobre la cual aterrizan y realizan la carrera de despegue.
Pisar con los neumáticos en una zona especialmente húmeda, o en una poza, puede equivaler a capotar la aeronave, razón por la cual se requiere de una experiencia previa antes de ponerse a los mandos.
Para terminar de adornarlo todo un poco más, las nubes bajas y la consiguiente lluvia son la carta de presentación más habitual en esta zona del Noroeste de Escocia.
Cristiano Ronaldo Airport
Madeira, Portugal
Con las recientes renovaciones de infraestructuras y el alargamiento de su pista, el aeropuerto de Madeira ha mejorado muy notablemente su ratio de aterrizajes frustrados.
De todas formas, los fuertes vientos que imperan alrededor de la isla, siguen provocando problemas a los aviones.
Una de las últimas crisis en este sentido se produjo en el mes de Agosto de 2017, cuando las condiciones de viento impedían tomar tierra a las aeronaves que llegaban desde diversos puntos de Europa.
Uno tras otro, numerosos aparatos se quedaron realizando esperas con el objetivo de que el viento amainase, como suele ocurrir habitualmente, pero en este caso no se produjo una mejora de las condiciones y la gran mayoría de vuelos tuvieron que regresar a su aeropuerto de salida.
Juancho E. Yrausquin Airport
Saba
Hablamos de la pista de aterrizaje para aviación comercial más corta del mundo, con tan solo 400 metros de largo.
Si esto no es ya una razón más que suficiente para apretar los puños a la llegada a esta isla del Caribe, además te contamos que detrás de cada cabecera se encuentra un pequeño acantilado que lleva directamente al mar.
La mayoría de los vuelos llegan desde el vecino y muy conocido aeropuerto de St. Maarten, un trayecto que se cubre en apenas 15 minutos, y para operar el cual muchos turistas prefieren tomar un helicóptero.
Por sus escasas dimensiones, las aeronaves tipo jet tienen prohibido volar hasta este aeropuerto.
Kushok Bakula Rimpochee Airport
Leh, India
Construido en pleno corazón de la Cordillera del Himalaya y rodeado de gigantescas montañas, se ubica a 3.256 metros sobre el nivel del mar, convirtiéndose en uno de los aeropuertos más altos de todo el mundo.
Los aviones deben aterrizar y despegar sólo a primera hora de la mañana, ya que después del mediodía los fuertes vientos impiden cualquier tipo de operación aérea.
Las pocas aerolíneas que vuelan rutas hacia el aeropuerto de Kushok Bakula, imponen serias restricciones sobre el peso máximo de las maletas a bordo, y de hecho no permiten ningún tipo de equipaje de mano dentro de la cabina.
Además, el aeropuerto está en una zona especialmente conflictiva del área de Cachemira, y por esta razón los pasajeros deben someterse a estrictos controles de seguridad para poder embarcar, dado el temor que existe a que se produzca un atentado o un intento de secuestro de la aeronave.
Tioman Airport
Malasia
Sólo hay una aerolínea que opera vuelos desde Kuala Lumpur a esta pequeña isla.
El mayor riesgo reside en que el avión debe de realizar un giro de 90 grados a muy baja altura y mínima velocidad, para evitar la montaña situada en una de sus cabeceras.
Las autoridades locales han solicitado diversos proyectos para su ampliación, de cara a atraer a más turistas a la isla, pero dadas las reducidas dimensiones de esta y su especial orografía, finalmente se ha considerado un proyecto «imposible».
Queenstown Airport
Nueva Zelanda
Hemos tenido el enorme placer de aterrizar y despegar en numerosas ocasiones desde este aeropuerto, ya que es la mejor forma de acceder a una de nuestras poblaciones favoritas en la isla Sur de Nueva Zelanda: Queenstown.
Si bien es cierto que la aproximación es espectacular, llega un momento en el que comienza a hacerse excesivamente larga y tensa.
El avión se sitúa en el medio de una cadena montañosa y comienza el descenso a baja velocidad. A medida que transcurre el tiempo las montañas se van cerrando a ambos lados del aparato, y poco antes de la toma parece literalmente que se van a tocar con la punta de las alas.
Además, es frecuente encontrarse con pasillos de viento que provocan turbulencias moderadas durante esta fase final del vuelo, lo cual no es especialmente agradable cuando el espacio para maniobrar es mínimo.
De todas formas, debemos decir que en nuestras visitas nunca hemos hecho un go around, o aterrizaje frustrado, por lo que es evidente que las tripulaciones que operan esta ruta conocen a la perfección las particularidades de este bellísimo aeropuerto.
Cogonhas International Airport
Sao Paulo, Brasil
Cogonhas tiene dos problemas muy conocidos para todos los pilotos que han operado vuelos hacia su pista.
En primer lugar, se ubica en medio de una zona muy poblada y rodeada de edificios de cierta altura, lo que provoca la sensación de que en cualquier momento puedes llegar a colisionar con alguno de ellos.
Por esta razón, muchas aerolíneas internacionales prefieren volar a los cercanos Guarulhos, o Itaquaquecetuba, situados en el extremo norte de la ciudad brasileña.
En segundo lugar, las frecuentes lluvias torrenciales que se dan en Sao Paulo, hacen que la pista de aterrizaje retenga demasiada cantidad de agua, lo que ha causado accidentes en el pasado debido a salidas de pista por el efecto aquaplaning.
Aeropuertos de España
En lo que se refiere a nuestro país, hay algunos aeropuertos que ostentan una inmerecida fama de peligrosos, cuando es más que evidente que no pueden ni llegar a compararse con los que acabamos de presentar.
Los pasajeros más «nerviosos» suelen hacer mención al Aeropuerto de Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna por sus nieblas, a la corta pista del de Melilla, o a los frecuentes vientos de Bilbao o Las Palmas.
Lo cierto es que los casos de Tenerife Norte y Bilbao vienen derivados de dos accidentes históricos, producidos durante los años 70 y 80, una época nefasta para la aviación comercial y en la que no se contaba con los medios de seguridad que disfrutamos en la actualidad.
El caso del siniestro ocurrido en Los Rodeos en 1977 fue consecuencia de una acumulación de fallos, que hoy en día no podrían volver a repetirse gracias a la tecnología más avanzada en uso.
Te contamos lo sucedido en este post: ¿Podría repetirse el accidente de Los Rodeos?.
El accidente del avión de Iberia en Bilbao en 1985 tampoco fue consecuencia de problemas intrínsecos en el aeropuerto, y sus causas te las explicamos recientemente aquí: Tragedia en el Monte Oiz, ¿Accidente o atentado?.
Te indicamos también que la maniobra de aterrizaje frustrado (go around), o motor y al aire en español, es una de las más habituales y entrenadas por todas las tripulaciones, que se resuelve sin apenas molestias para los pasajeros, y que en muchas ocasiones está más relacionada con la congestión de tráfico en un aeropuerto, que por razones meteorológicas.