La aerolínea germana tiene previsto despedir a otros 10.000 empleados más en 2022.
Lufthansa ha justificado la compra aludiendo al buen acuerdo económico alcanzado con Boeing y Airbus.
Con unas pérdidas mensuales de 235 millones de euros, y un déficit de más de 1.000 millones de euros en el primer trimestre de este año, no parece que Lufthansa esté en las mejores condiciones de cara a comenzar a comprar nuevas aeronaves para su flota.
Sin embargo, hoy mismo el máximo responsable de la aerolínea germana, Carsten Spohr, confirmaba a la prensa la adquisición de 5 aparatos del modelo Boeing 787-9, y otros 5 correspondientes al Airbus A350-900.
Esta noticia ha llamado especialmente la atención a los medios de comunicación, considerando que Lufthansa ha recibido el mayor rescate de entre todas las aerolíneas europeas, debido a la profunda crisis económica desencadenada desde el comienzo de la pandemia.
Lufthansa ha recibido 6.840 millones de euros del gobierno alemán para poder seguir operando.
Tal y como contamos en este post, la aerolínea se ha visto obligada a retirar un importante número de aeronaves, cuyas piezas está subastando online para poder obtener un beneficio económico adicional.
Te dejamos el link aquí: Iberia y Lufthansa hacen caja gracias a sus aviones retirados.
Por otro lado, durante los últimos 12 meses Lufthansa ha despedido a más de 25.000 empleados, sin contar jubilaciones anticipadas y contratos temporales no renovados,
Esta cifra seguirá aumentando durante el 2022, ya que la compañía mantiene su decisión para deshacerse de otros 10.000 empleados.
Considerando estos antecedentes, más de uno se preguntará cómo es posible que Lufthansa se pueda permitir el lujo de comprar 10 aeronaves nuevas para integrar en su flota, al mismo tiempo que se ha propuesto reducir la misma.
La respuesta a esta pregunta es, básicamente, que la aerolínea no ha podido resistir la tentación de conseguir 10 aparatos de última generación a un precio de ganga.
En Junio de 2020, y debido a la muy delicada situación económica en la que se encuentra la compañía aérea Norwegian, sus directivos se veían obligados a cancelar un pedido de cinco Boeing 787-9, así como otro por 92 Boeing 737MAX.
De estos cinco Boeing 787-9, el que tiene el número de serie 955 estaba destinado a Norwegian Air UK.
Otros tres seriados con las numeraciones 971, 983 y 1011, iban a ser entregados a Norwegian Air Sweden.
Del quinto y último no se tienen datos a día de hoy.
Los cinco aviones ya están construidos y además fueron probados en vuelo durante el 2020.
En estos momentos se encuentran en las instalaciones de Boeing en Everett (EEUU), a la espera de ser revisados debido a la incidencia surgida a finales del año pasado, cuando se comunicó un posible problema en la sección del fuselaje trasero.
Según las propias palabras utilizadas por Castern Spohr, el trato alcanzado con Boeing para la adquisición de estos aparatos ha sido a un precio «muy favorable».
Si seguimos atando cabos, este acuerdo también contempla una reestructuración en la hoja de pedidos para Lufthansa, que se compromete a mantener la solicitud realizada para la compra de otros veinte Boeing 777-9.
De esta manera, el fabricante norteamericano se asegura la venta futura de dichas unidades y la carga de trabajo para la empresa que la operación conlleva, y Lufthansa a su vez consigue hacerse con cinco aviones nuevos a precio de ganga.
Ahora toca explicar a los empleados despedidos que tienen que abandonar la aerolínea porque esta no tiene dinero, mientras por la puerta comenzarán a entrar durante los próximos meses los nuevos aviones adquiridos por Lufthansa.
Dice el refrán que «negocios son negocios», pero es cierto que algunos son más difíciles de explicar que otros.