Mucho cuidado con este asunto, porque aunque ha sido la aerolínea alemana Lufthansa la que se lo ha sacado de la manga para evitar tener que devolver el dinero a sus clientes, en muy pocos días la misma excusa podría comenzar a ser utilizada por un importante número de compañías.
La historia comienza cuando un pasajero reserva un billete de avión para realizar un vuelo entre las ciudades de Dallas y Múnich, en fecha 24 de Marzo.
La aerolínea escogida es Lufthansa, pero esta acaba comunicando a su cliente la cancelación de dicho vuelo.
El pasajero afectado solicita a Lufthansa la devolución del importe que ha abonado por sus billetes, pero la compañía le responde que no le corresponde tal reembolso porque las autoridades alemanas días después habían prohibido la entrada en territorio alemán de pasajeros provenientes de los EEUU.
Es importante tener en cuenta que la reserva se había formalizado antes de la crisis y del posterior cierre de fronteras.
En vez de reforzar la situación de su cliente, en lo que bien podría considerarse legalmente como una «causa de fuerza mayor», Lufthansa indica que de haberse operado el vuelo este no podría haber viajado, con lo que se niega a devolver el importe de la reserva.
Evidentemente, el pasajero afectado recurrió por escrito al Departamento de Transportes alemán, recibiendo esta contestación de la aerolínea:
«Gracias por su escrito, el cual hemos recibido del Departamento de Transportes. Aprovechamos esta ocasión para dar respuesta al mismo. Por favor, tenga en cuenta que el departamento de atención al cliente no está facultado para realizar reembolsos, ni para hacer cambios en reservas, o modificar las condiciones de las tarifas».
Una vez recibido este escrito por parte de Lufthansa, el afectado optó por dirigirse a su entidad bancaria y solicitar a través de la misma el poder retroceder el cargo correspondiente al pago realizado con su tarjeta de crédito, dado que la entidad beneficiaria del mismo no había consumado el servicio solicitado.
Una vez más, Lufthansa respondió de la siguiente manera:
«Por la presente, le informamos que no aceptamos el retroceso del abono realizado en la transacción que se indica. Independientemente del deseo de cumplir con el servicio ofertado por parte del proveedor, el pasajero no habría podido realizar el viaje, debido a las restricciones impuestas por el Gobierno Alemán, aprobadas en fecha 17/03/2020. Puede encontrar más detalles al respecto en la siguiente página de la web de IATA (se indica una dirección URL).
Debido a dichas restricciones, Lufthansa no estaba autorizada a transportar al pasajero. Lufthansa se reserva el derecho legal a rehusar el embarque de pasajeros de acuerdo con los Términos Generales y Condiciones de Transporte de la compañía que se citan a continuación (se indica una dirección URL).
En el artículo 7 de dichos Términos Generales y Condiciones de Transporte de la compañía se especifica claramente que Lufthansa puede rehusar a transportar, continuar transportando, o cancelar la reserva de un pasajero, si este desea visitar un país para el cual no cuenta con documentos válidos de inmigración».
Es decir, Lufthansa no hace alusión en ningún momento a su cancelación previa del vuelo, sino que se defiende argumentado que de haberse operado este, el pasajero no podría haber viajado, por lo cual se niega a devolverle el importe abonado por los billetes.
Como decíamos al comienzo, hay que tener especial cuidado con este antecedente, ya que puede tener recorrido legal de llegar a juicio.
Muchos de los pasajeros que se encuentran actualmente luchando para obtener sus reembolsos de múltiples compañías aéreas, se encuentran en una situación muy similar a la de este pasajero perjudicado, y podrían recibir en breve contestaciones en el mismo sentido.
Ante la necesidad de tener que acudir a los Tribunales, con los gastos y el tiempo de espera que esto conlleva, muchos usuarios del transporte aéreo podrían definitivamente dar por perdido su dinero.