La aerolínea se retira de Noruega el próximo 14 de Junio.
El director de comunicación de la lowcost húngara ha declarado que no es económicamente viable para la compañía continuar aumentando su capacidad en el país nórdico.
Desde el día 19 de Mayo de 2004, fecha en la que operó su primer vuelo, la aerolínea de ultra bajo coste Wizz Air no ha parado de crecer.
En tan solo un periodo de tiempo de 2 años desde su creación, la húngara ya estaba transportando a más de dos millones de pasajeros al año, una cifra que consiguió duplicar en 2008.
Antes de la declaración de pandemia, Wizz Air había superado los 30 millones de pasajeros anuales.
Sin embargo, su aterrizaje en Noruega ha resultado bastante más complicado de lo que se esperaba en un principio.
Jozsef Varadi, CEO y máximo responsable de Wizz Air, puso su objetivo sobre Noruega a finales de 2020, aprovechando la situación económica que atravesaba Norwegian y dando por hecho que su presencia en el país sería la estocada final para su rival.
Pero Varadi no contaba con la respuesta del ejecutivo noruego, que desde el primer momento dejó claro que si Wizz Air quería establecerse como operador de vuelos domésticos, debía hacerlo en las mismas condiciones en las que estaban trabajando el resto de compañías.
Esto significaba que Varadi iba a tener que aceptar la formación de sindicatos de trabajadores, y sobre todo olvidarse del ticket dumping, que equivale a tirar los precios por la ventana para hacerse con el favor de los usuarios.
Pero por si esto no fuese ya de por si suficiente para trastocar las pretensiones iniciales de Wizz Air, Norwegian conseguía finalmente reestructurar su maltrecha economía, y al mismo tiempo nacía una nueva compañía que también prometía poner las cosas difíciles al resto: Flyr.
Wizz Air se enfrentaba no sólo a las exigencias del gobierno noruego, sino también a Norwegian, SAS, Wideroe y Flyr.
Aunque el sector aéreo del país es bastante amplio, debido a las largas distancias en los desplazamientos por carretera y también a la climatología propia, parecía evidente que estaban coexistiendo demasiados operadores que aspiraban a captar el mismo tipo de pasajero.
Varadi contaba con la desaparición de al menos uno de ellos, pero tras la confirmación de la recuperación de Norwegian, la situación de Wizz Air se volvió demasiado complicada.
En un principio, parece que Wizz Air tiene intención de mantener su base en Gardermoen, así como de seguir operando algunas rutas internacionales con destino en Noruega, pero desde hoy ya no es posible reservar en su web vuelos domésticos a partir del próximo 13 de Junio.
De manera directa e intencionada, Noruega ha conseguido proteger a sus propias aerolíneas nacionales, «obstaculizando» hasta cierto punto la competencia que planteaba Wizz Air.
Esta situación ha generado un muy interesante debate, y en estos momentos ya hay más países europeos que se plantean actuar de un modo similar.