Durante el pasado mes de Mayo y tras una polémica rueda de prensa protagonizada por el CEO de Qatar Airways, Akbar Al Baker, se conocía la noticia que hacía referencia a una fuerte disputa mantenida entre la aerolínea árabe y el constructor de aeronaves europeo Airbus.
El motivo de la misma se remontaba a principios de año, fecha en la que Qatar Airways enviaba uno de sus A350 al taller de pintura, con el fin de realizar una decoración conmemorativa del próximo Mundial de Fútbol.
Durante la inspección técnica realizada al aparato, se detectó un desgaste inusual de su pintura en diversas partes del fuselaje, por lo que la aerolínea decidía proceder a realizar una revisión generalizada en todas las unidades de este modelo de avión.
De los 53 Airbus A350 que Qatar tiene en su flota, se identificó el mismo problema en 20 de ellos, quedando estos fuera de servicio hasta la resolución de la incidencia.
Fotografía obtenida por Reuters.
No sólo eso, Al Baker comunicó a Airbus que hasta que se diese una solución apropiada para esta situación, dejaba en suspenso la recepción de otros 23 aparatos que tenía pendientes de entrega.
Por su parte, Airbus se limitó a indicar que las condiciones meteorológicas extremas que hay en Qatar, donde las temperaturas alcanzan niveles muy elevados, habían provocado un deterioro prematuro en la pintura de algunos A350, un problema bautizado como «cosmético» que no interfería de ninguna manera en la seguridad del avión.
Sin embargo, hoy mismo la agencia Reuters publicaba el resultado de una investigación realizada sobre este asunto, en la que se confirma la implicación de otras 5 compañías aéreas.
La aerolínea finlandesa Finnair, cliente inaugural para Europa del Airbus A350, había detectado exactamente el mismo problema apenas un año después de recibir su primera unidad.
Obviamente, la compañía ubicada en Finlandia no opera habitualmente en ambientes de mucho calor, sino más bien todo lo contrario.
Fotografía obtenida por Reuters.
Cathay Pacific fue la siguiente afectada, a pesar de que en su caso se utilizaron los servicios de pintura de un proveedor diferente, lo cual no evitó que algunos de sus A350 presentasen «un deterioro cosmético», tal y como se explicó desde Hong Kong.
En Octubre de 2017, fue la alemana Lufthansa la que confirmaba haber experimentado la misma incidencia, asegurando que ya se había procedido al repintado de los aviones y recalcando que el problema no implicaba ningún tipo de riesgo para las aeronaves ni sus ocupantes.
La francesa Air France también confirmaba casos similares, pero no precisamente entre aparatos de su flota, sino en los de Air Caraibes, aerolínea con base en la isla de Guadalupe y que cuenta con 5 unidades del Airbus A350.
La aerolínea bandera de Francia se encarga del mantenimiento de las aeronaves de Air Caraibes.
Al mismo tiempo Air France, con 11 Airbus A350 propios, indicó que no había localizado problemas en la pintura de ninguno de ellos.
Por último, se nombra a la también árabe Etihad, aunque esta ha rehusado pronunciarse sobre lo ocurrido.
Reuters se ha puesto en contacto con Airbus para comentar la situación, y el constructor europeo ha asegurado que está a punto de implementar un nuevo sistema de pintado para los A350, evitando de este modo que se vuelva a reproducir el mismo problema.
Al parecer, la raíz de este suceso está en los materiales con los que se construye la cabina de los A350, que siguen el mismo modelo que Boeing utilizó para el 787 «Dreamliner«.
El constructor norteamericano también ha recibido quejas relacionadas con un prematuro desgaste en la pintura de algunos de sus «Dreamliners», lo que confirmaría que la utilización de fibras de carbono para el fuselaje de ambos modelos sería la causa del problema.
Diversos expertos consultados por Reuters aseguran que tanto la pintura como el metal con el que se fabricaba hasta ahora la cabina de los aviones, se expandían y contraían al mismo tiempo con los cambios de temperatura, algo que no sucede con los nuevos materiales utilizados.
Además, el A350 necesita disponer de una malla metálica en el fuselaje, para aislarlo en el caso de recibir el impacto de un rayo, lo que podría dificultar la fijación de la pintura en algunos aparatos.
Fotografía obtenida por Reuters.
Aunque tanto aerolíneas como fabricantes han confirmado que se trata de un problema que no afecta a la seguridad en vuelo, en estos momentos Qatar Airways sigue manteniendo sus espadas en todo lo alto.
La aerolínea catarí no se conforma con un nuevo pintado de sus aviones, sino que además exige a Airbus una compensación económica por el tiempo que han tenido que pasar en tierra.
Qatar Airways se vio obligada a recuperar algunos A380 tras detectar el problema, lo que supuestamente habría afectado a su economía interna.
Por este motivo, Airbus se encuentra en una situación especialmente complicada, ya que por un lado no puede permitirse el lujo de perder a un cliente de la relevancia de Qatar Airways, pero por otro tampoco puede asumir la indemnización multimillonaria que le exige el CEO de la aerolínea.
Además, en el caso de tener que indemnizar a Qatar Airways, Airbus corre el riesgo de recibir peticiones de compensaciones similares por parte del resto de aerolíneas afectadas, lo que supondría un grave problema para el fabricante europeo, justo en el peor momento posible.