Ryanair culpa de todos sus males a los controladores aéreos

El CEO de la aerolínea de bajo coste irlandesa acusa a los controladores aéreos de retrasar uno de cada cinco vuelos operados por Ryanair.

Eddie Wilson se ha convertido por derecho propio en el más digno sucesor de Michael O´Leary, desde que hace 3 años fuese elegido para situarse al frente de Ryanair.

El antiguo responsable de Recursos Humanos de la aerolínea, curtido en mil batallas y procedimientos judiciales de todo tipo, es bien conocido por sus airadas broncas al personal, así como por su rapidez a la hora de mandar a la calle a cualquiera que se le ponga por delante.

Su carácter beligerante y excesivamente vehemente en el fondo y en la forma, se ha mostrado de nuevo durante lo que llevamos de Verano, debido a los parones convocados por las tripulaciones de Ryanair en España, que para variar continúan su particular diáspora en búsqueda de mejoras laborales que a día de hoy siguen viendo como espejismos en el desierto.

Empleados de Ryanair trabajando en la cabina de un avión

A Wilson no le parece razonable que las operaciones de Ryanair hayan caído un -20% en puntualidad, y en una entrevista concedida al diario británico The Independent culpó directamente a los servicios de control aéreo europeos, más en concreto a los alemanes y franceses.

«Tenemos todo correctamente planeado y el número de trabajadores más que suficiente, pero aún así seguimos experimentando retrasos por culpa de los controladores aéreos. Nos hacen la vida muy, muy difícil y parece que nunca llegamos a ver la luz al final del túnel ATC».

El máximo responsable de Ryanair ponía la lupa principalmente sobre Francia y Alemania, países que hay que sobrevolar desde Irlanda y el Reino Unido para poder llegar a destinos en España, Italia, Portugal, Grecia, Croacia o Turquía.

«Alemanes y franceses tienen que contratar a más gente. Se trata de la rotonda vacía por la que todo el mundo en Irlanda y el Reino Unido tiene que pasar para poder llegar a Italia, España y Portugal. Este año hubo un 15% menos de vuelos y sin embargo los retrasos aumentaron un 20%. Esto provoca jornadas más largas para las tripulaciones y un esfuerzo de logística extra por parte de las aerolíneas afectadas».

De esta manera, Wilson no sólo ponía a los pies de los caballos a los controladores aéreos, sino que además metía el dedo en la llaga al afirmar con rotundidad que este colectivo perjudica muy seriamente al medioambiente «manteniendo a los aviones con los motores encendidos sobre la pista y a la espera de recibir la correspondiente autorización para despegar».

Lamentablemente, culpar de todos los males a los controladores aéreos se ha convertido en algo habitual a día de hoy.

En 2019, la compañía aérea Vueling se sacaba de la manga una huelga de controladores aéreos, para denegar la indemnización a los pasajeros de un vuelo retrasado.

Más recientemente, la cantante conocida como La Zowi justificaba su ausencia en un concierto programado el pasado 8 de Julio en Vigo, aludiendo a otra huelga de controladores inexistente.

El fiasco correspondiente al falso parón de controladores aéreos en Diciembre de 2010, que provocó un auténtico caos en el sector aéreo del país, y que fue desmentido y aclarado posteriormente hasta en 20 sentencias judiciales, parece que todavía conserva un gran efecto sobre la población, que en su mayoría llegó a comprar la versión oficial sobre lo sucedido.

Estado de alarma: AENA vs. controladores aéreos. Se destapa el mayor escándalo imaginable.

Hemos pasado del «yo hice los deberes pero el perro se los comió», al «yo quería viajar pero los controladores estaban en huelga», con una facilidad pasmosa y sorprendente impunidad, culpando a todo un colectivo de la práctica totalidad de males que sufre el sector aéreo.

Sin embargo, el máximo responsable de Ryanair no hizo mención alguna a las continuas y constantes reclamaciones por parte de sus empleados, cada día más cansados de tener que soportar imposiciones laborales dignas de otros tiempos.

Tampoco se refirió a la escandalosa falta de previsión por parte de los gobiernos de los principales países europeos en cuanto a tráfico aéreo, que una vez más fueron incapaces de adelantarse al aluvión más que esperable de pasajeros en los aeropuertos.

De nuevo, el caos y las esperas en los momentos previos al embarque, debidos a la falta de personal en un número muy importante de aeródromos de la Unión Europea, colapsaron los principales hubs por los que pasan millones de usuarios cada año.

gigantesca cola de pasajeros en un aeropuerto inglés

Por supuesto, tampoco se hizo ningún comentario relativo a la irresponsabilidad por parte de demasiadas compañías aéreas, que durante este mismo Verano se dedicaron a vender numerosos vuelos sabiendo de antemano que no iban a poder operarlos de ninguna manera.

Esto ha dado como resultado la cancelación obligatoria de miles de operaciones, dejando en la estacada a sus propios pasajeros en plenas vacaciones.

Pero todo esto es muy difícil de explicar al gran público, que ve desesperado como el año en el que por fin se puede volver a viajar sin restricciones, algunos aeropuertos se han convertido en auténticos infiernos.

Así que lo mejor es tirar una vez más de la coletilla que entiende todo el mundo: la culpa es de los controladores aéreos.

Y lo peor de toda esta situación, es que casi nadie conoce los abusos reales a los que son sometidos los controladores aéreos, que van desde los despidos improcedentes por cualquier causa, hasta las jubilaciones forzosas justo un año antes de poder acceder a la correspondiente pensión.

Tampoco se habla demasiado sobre el proceso de «lowcostización» que persigue desde hace años a este colectivo y que si algún día llega a fructificar, nos hará recordar los tiempos en los que volábamos leyendo tranquilamente en nuestros asientos, porque sabíamos que detrás de los pilotos había otros profesionales que también velaban por nuestra seguridad.

Noticias Relacionadas

Air Europa decepción del Verano 2024

Air Europa: la gran decepción del Verano 2024

pasajeros en sillas de ruedas en los aeropuertos

¿Comodidad a costa de ética?. Los «vuelos milagrosos» repuntan de nuevo.

Dejar un comentario

¡Hola! Soy Carlos Lavilla. ¿Puedo ayudarte a encontrar tu viaje perfecto?