A Booking se le acabó la tontería...o no

La estrategia comercial seguida por Booking, plataforma de reserva de hoteles online cuya matriz factura más de 14.000 millones de euros, es digna de admirar.

En un primer paso, Booking convenció a la inmensa mayoría de establecimientos hoteleros para que se olvidaran de otros canales de distribución para comercializar sus productos, apostando exclusivamente por su web.

 

Y así fue, prácticamente la totalidad del sector se lanzó en masa invirtiendo grandes sumas de dinero, y dejando de lado a agencias de viajes, mayoristas, touroperadores, etc.

Una vez que Booking les dejó sentir a todos el sabor de las mieles del éxito sobre sus labios, empezó poco a poco a apretar el cinturón, reclamando cada vez más porcentaje de comisión y unas tarifas más competitivas para poder promocionar sus ofertas.

Haciendo de tripas corazón, a muchos no les quedó más remedio que seguir el camino que se les iba marcando, aceptando todas y cada una de las condiciones que la plataforma les imponía.

Cuando Booking se hizo dueño y amo del porcentaje de ventas mayoritario del sector, comenzó a «innovar» su web, implementado «pequeños trucos» que permitían recomendar algunos hoteles sobre otros, dando más visibilidad frente a los clientes a aquellos que pagaban su correspondiente cuota a mayores.

No sólo esto, Booking se encarga de dirigir adecuadamente las opiniones de sus clientes, valorando positivamente a todos los establecimientos que pagan por ello, con el fin de conseguir por medios ficticios lo que estos no pueden lograr a base de un buen servicio real.

Pero Booking ha seguido apretando su correa, y al final pasa lo que suele pasar siempre en estos casos, y es que acabas superando el nivel de aguante de quien realmente te está dando de comer.

Ahora, desde la plataforma se exige a los establecimientos hoteleros que abonen también un porcentaje de todos los servicios que los huéspedes contraten una vez dentro del hotel (lavandería, masaje, comidas…), dado que Booking quiere dejar claro que los clientes son suyos, y por ello le corresponde también cobrar por estos conceptos.

Y hasta aquí han llegado muchos, que después de dejarse llevar durante años por la plataforma, olvidando que también había vida después de esta, ahora lloran y suplican por una regulación que controle los desmanes a los que están siendo sometidos.

Por esta razón, en el mes de Julio de este mismo año informamos de la decisión tomada en el Reino Unido para evitar que Booking utilice estos «pequeños trucos» con el fin de aumentar su nivel de ventas, prohibiendo el uso de los mismos con efectos a partir del año que viene.

Ahora, con casi 6 meses de retraso, el resto de la UE ha llegado exactamente a la misma conclusión, exigiendo tanto a Booking, como al resto de OTA´s que comercializan reservas de habitaciones online, que cumplan escrupulosamente las normas y eviten las tácticas que suelen emplear para confundir a sus clientes.

Respuesta de Booking: «Claro que sí, guapi…»

Como era evidente, la respuesta tanto de Booking, como del resto de OTA´s no se ha hecho esperar, asegurando que ajustarán su modus operandi para cumplir con las nuevas exigencias que se les plantean.

Y después de esto, se han retirado a sus respectivos edificios para reírse a carcajadas durante una hora larga.

A los inventores de la «Ganga del momento», del «sólo me quedan 2 habitaciones», del «María, Lanzarote te espera», del «han aparecido nuevas ofertas», del «tu hotel es el más popular de la zona», etc, etc, etc, le han dicho que se porte bien y que no sea malo.

Y, por supuesto, van a dejar de ingresar los miles de millones de euros que hacen anualmente sin el uso de sus propias técnicas de marketing y ventas, que tan excelentes resultados les han dado.

Que nadie se preocupe, que igual que se sacaron de la manga toda esta retahíla de trucos y «verdades a medias», de la misma manga pueden salir otros 100 si ello fuese necesario.

Booking es una gallina de los huevos de oro, una máquina de hacer dinero, y si tiene que hacer ajustes por un lado para cumplir con lo que se le pide, los hará mientras ajusta también por otro.

Y lo peor de todo, es que vende más que nadie y en la inmensa mayoría de los casos con tarifas muy por encima de la competencia, lo cual ya no sólo es de admirar, sino también de aplaudir.

En fin, nosotros no hacemos seguimientos de direcciones IP, no cobramos comisiones a nuestros hoteles, no facilitamos información falsa sobre número de habitaciones, ni ofertas que se desvanecen tras unas horas, y además Booking en el 90% de los casos ni se acerca a nuestras tarifas.

Y si no te lo crees, pues cuando quieras puedes hacer tu propia comparación:

 

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