Está ubicado en la cola de la inmensa mayoría de aeronaves comerciales.
Su nombre se corresponde con las siglas en inglés para «Unidad Auxiliar de Potencia» (Auxiliar Power Unit), y es uno de los elementos de la aviación más desconocidos para los usuarios del transporte aéreo.
Si buscas online el significado de APU, te vas a encontrar con que se trata de un tipo de procesador, o un personaje de los Simpson.
Sin embargo, la acepción que nos interesa a nosotros es la que corresponde al dispositivo que utiliza la industria aérea para suministrar energía a los aviones, cuando los motores no están activos.
Aunque su función más habitual se desarrolla en tierra, en algunas ocasiones también se utiliza durante el vuelo, por ejemplo en el caso de avería en alguno de los generadores de los motores, o como una ayuda a la presurización de la cabina, entre otros.
En este tipo de situaciones, el encendido de la APU debe de cumplir escrupulosamente las restricciones que marcan los fabricantes, que normalmente recomiendan una altura máxima a partir de la cual no debería de utilizarse este dispositivo.
Es importante tener en cuenta que aunque hablamos de un motor, a diferencia de los que están a la vista, la APU apenas proporciona empuje al aparato, y su diseño obedece a la necesidad de suministrar energía eléctrica y presión neumática.
En el aeropuerto
Cuando los aviones están parados en el aeropuerto con los motores apagados, tienen varias maneras de conseguir la energía necesaria para mantener activos algunos sistemas.
Una opción es conectarse directamente a un generador móvil externo, que puede ser trasladado por la plataforma hasta cualquier aparato que requiera de sus servicios.
También hay modelos fijos que están ubicados al lado de los aparcamientos de las aeronaves.
En este caso, hablamos de un GPU, por sus siglas en inglés «Ground Power Unit», o Unidad de Potencia de Tierra.
Otra opción es recurrir a su propia APU, que elimina la necesidad de tener que depender de una unidad externa, la cual activará un generador eléctrico con el que será posible encender los motores, el aire acondicionado, o los dispositivos ubicados en la cabina, además de proporcionar presión neumática (aire).
Mientras que una unidad de potencia externa de tierra puede consumir alrededor de 30 litros de combustible por hora de funcionamiento, la APU de un avión gasta entre 150 y 400 litros, dependiendo de cada modelo.
Pero por otro lado, la APU consume muchísimo menos que los motores que están a la vista, por lo que en algunas ocasiones y después de aterrizar, estos últimos se apagan lo antes posible para seguir operando sólo con la APU, lo que al final redunda en un ahorro de combustible.
En el aire
No hace demasiados años, las rutas transoceánicas estaba reservadas en exclusiva para las aeronaves de cuatro motores, por cuestiones de seguridad.
Una de las razones por la cual se permitió en su momento operar estos vuelos a los aviones bimotores, fue la implementación generalizada de APU´s por parte de la industria aeronáutica.
La APU en el aire es un sistema de seguridad redundante, es decir, que tiene la capacidad de cubrir a otros cuando sufren una avería o malfuncionamiento.
Como comentamos anteriormente, no genera el empuje de los motores que están a la vista, pero en el caso de un fallo en estos durante el vuelo, puede mantener sistemas vitales como el flujo de aire dentro de la cabina, la protección anti hielo en las alas y fuselaje, o los sistemas de control de vuelo.
Activando la APU
Encender la APU de un avión no requiere de sofisticados y complejos procedimientos, y en la mayoría de modelos es tan fácil como presionar un botón.
Es muy probable que la hayas escuchado en funcionamiento cuando has embarcado dentro de un avión que tenía sus motores apagados, ya que hace un ruido especialmente característico y diferenciable.
No deberías imaginártela como un pequeño motor sin más, ya que en las aeronaves de mayor envergadura puede tener dimensiones importantes.
Para que te hagas una idea, la APU que montan los Boeing 747-400 es una adaptación de los motores que lleva la Cessna Citation, un reactor ejecutivo muy popular en la aviación privada y de negocios.
Esa especie de tubo de escape que se puede ver en muchos modelos de aeronaves en su parte trasera, corresponde a la APU.
También deberías de saber que mientras los motores visibles del avión toman el aire que reciben desde su parte delantera, la APU dispone de entradas de aire dispuestas en el fuselaje.
Podrás verlas abiertas en la parte trasera de aviones que estén parados en el aeropuerto, ya que una vez que se enciendan los motores y se desconecte la APU, estas pequeñas puertas se cerrarán.
La práctica totalidad de aviones comerciales de la actualidad disponen de una APU, por lo que pueden operar con facilidad en aeropuertos que no cuentan con demasiados servicios de tierra.
Uno de los modelos más conocidos que no tenía APU fue el mítico Concorde.
Este avión necesitaba aligerar todo el peso posible, con el fin de poder alcanzar las prestaciones para las que había sido diseñado, por lo que uno de los elementos sacrificados fue su APU.
Otros aviones muy populares que tampoco salieron de fábrica con una APU fueron los Boeing 707 y Douglas DC-8, aunque hay que aclarar que los que se mantuvieron en activo durante más tiempo acabaron añadiendo este sistema como un complemento a mayores.
En el Boeing 727, la APU se ubicaba en el tren principal del aparato, en vez de en la parte trasera de la cola, y su escape estaba situado debajo del ala derecha.
Cuando subas la próxima vez a un avión y escuches ese chasquido tan característico, acompañado por un sonido eléctrico que sigue una secuencia in crescendo, ahora sabrás que se ha activado la APU del aparato, dónde está y para qué sirve.
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