Los hechos sucedieron el pasado 7 de Agosto.
El Airbus A330 de Turkish Airlines comenzó la carrera de despegue desde una calle de rodaje.
El vuelo TK30 de la aerolínea Turkish Airlines une las ciudades de Nueva Jersey y Estambul.
En un principio, tenía su salida prevista para el pasado día 6 de Agosto, pero finalmente se postergó la misma durante 24 horas.
En esta ocasión, la ruta estaba operada por un Airbus A330-300, con matrícula TC-JNI, aparato que cuenta con 11 años de vida operativa.
A las 12:00 horas fue autorizado por parte de la torre de control del Aeropuerto Internacional Libertad, ubicado en Newark (Nueva Jersey) a rodar por la calle «R» (señalada en rojo).
Las instrucciones recibidas en cabina indicaban que la tripulación debía efectuar un giro a su derecha al llegar a la intersección con la calle «W», para acceder a la cabecera de la pista 22R (señalada en verde), desde la cual habían sido autorizados a despegar.
Sin embargo, la aeronave atravesó la pista en servicio y se alineó en la calle de rodaje «P» (señalada en azul).
Sin darse cuenta del error cometido, el avión comenzó la carrera de despegue a lo largo de la calle de rodaje «P», llegando a alcanzar una velocidad de 90 nudos, aproximadamente 160 km/h.
Cuando llevaba recorridos unos 1.000 metros, el controlador aéreo que estaba de servicio en ese momento se percató de lo que estaba sucediendo, ordenando a la tripulación de Turkish Airlines detenerse de inmediato.
Afortunadamente, justo en el momento en el que el Airbus se encontraba acelerando en la pista de rodaje, no había otros aviones maniobrando sobre ella, lo que sin duda habría supuesto un importantísimo riesgo.
Finalmente, el aparato tuvo que permanecer apartado en un punto de espera por 45 minutos, mientras sus frenos perdían la temperatura adquirida después del despegue abortado, antes de volver a ubicarse sobre la cabecera de la pista 22R.
La rápida intervención por parte del controlador, evitó lo que podría haberse convertido en una incidencia de gravedad.
Este tipo de situaciones son muy poco habituales, ya que las calles de rodaje son fácilmente distinguibles de las pistas para aterrizar y despegar.
Además, actualmente los aviones más modernos suelen contar con dispositivos que detectan si el aparato está circulando por la vía correcta, una medida de seguridad que se suma a la supervisión de todas las operaciones que se realiza desde los distintos servicios de control.
En Julio de 2017 relatamos otro incidente de extrema gravedad sucedido en el Aeropuerto Internacional de San Francisco, en el que un avión perteneciente a la flota de Air Canada estuvo a punto de tomar tierra en una calle de rodaje.
«El Peor Desastre Aéreo de la Historia».
En aquel caso, se daba la circunstancia de que sobre la misma había varias aeronaves haciendo cola para despegar, lo que en caso de impacto se habría traducido en la mayor tragedia en la historia de la aviación comercial.
Las autoridades determinaron que un excesivo cansancio y fatiga de los pilotos al mando del Airbus A320, propiciaron que estos confundiesen la calle de rodaje con la pista sobre la que tenían que aterrizar.
En estos momentos se desconocen todavía los motivos que originaron el incidente ocurrido hace unos días en el aeropuerto de Newark, pero no sería descabellado pensar que podría derivarse de causas similares.
Como anécdota, recordar también que el conocido actor y también piloto Harrison Ford, en el año 2020 fue investigado por la FAA, después de tomar tierra en una calle de rodaje del aeropuerto internacional de Los Angeles.
El error del protagonista de películas como «Indiana Jones» o «La Guerra de las Galaxias», finalmente no derivó en una sanción por parte de las autoridades, al no haber ocasionado ningún daño material.
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