Por fin lo consiguió: durante el pasado fin de semana la aerolínea lowcost inglesa EasyJet, se coronaba como la compañía aérea más impuntual de todo el planeta.
Esto hecho ya lo venimos advirtiendo desde hace algunos meses, y hablamos sobre el en nuestros pasados posts relativos al «Ranking Turama de las Aerolíneas más Torpes», pero no fue hasta sólo hace unos días cuando se pudo confirmar oficialmente.
Desde luego, era evidente que la tendencia de EasyJet a acumular retrasos durante la temporada de Verano, estaba siendo preocupantemente escandalosa, pero siempre contábamos con un factor clave, que es el número de aviones existentes en flota.
Hasta hace apenas 48 horas, eran las compañías norteamericanas Southwest y American Airlines, las que contaban con un mayor número de retrasos en los últimos 30 días.
Sin embargo, es necesario reseñar el enorme volumen de operaciones aéreas que se realizan diariamente en los EEUU, más de 23.000 sólo en vuelos domésticos, y que ambas aerolíneas tienen flotas de 754 y 968 aviones, respectivamente.
Esto quiere decir que, simplemente por mera estadística, es normal que ambas compañías registren un número muy elevado tanto de retrasos, como de cancelaciones.
Por su parte, EasyJet cuenta con una flota de 329 aviones, si sumamos los de su matriz, EasyJet, y las filiales Easyjet Europe y EasyJet Switzerland, es decir, menos de la mitad que Southwest, y un tercio de los de American Airlines.
Aún así, durante los pasados 30 días, EasyJet contabilizó un total de 25.547 retrasos, mientras que Southwest llegaba a los 24.321, y American Airlines hasta los 22.769.
Además, así como otros años las aerolíneas dispusieron de coartadas para justificar sus paupérrimas actuaciones veraniegas, en forma de huelgas de controladores aéreos, y otras causas ajenas a su propia responsabilidad, en esta ocasión no hay ningún hecho reseñable que pueda justificar semejantes cifras.
Es más, tanto American Airlines, como principalmente Southwest, podrían intentar achacar un pequeño porcentaje del desastre a la crisis del Boeing 737MAX, que evidentemente ha tenido una enorme repercusión en el sector, pero esta no es aplicable a EasyJet, que opera en exclusiva modelos de Airbus.
Este tipo de situaciones acaban afectando muy notablemente a la calidad del servicio ofertado, y por ello a la visión que el pasajero tiene de la propia compañía.
Seguramente por esta razón, en el último ranking publicado de AirHelp, empresa dedicada a la reclamación a las aerolíneas de las indemnizaciones por retrasos y cancelaciones, Easyjet ocupa el puesto 71 de las 72 compañías evaluadas.
La peor calificación la obtiene en el apartado de «Gestión de las Reclamaciones», con un total de 2,5 puntos sobre 10 posibles.
O cambia mucho la tendencia en lo que queda de Verano, cosa que nos tememos poco probable, o EasyJet podría alcanzar cifras de auténtico récord.
Vueling
Y hablando de pésimos resultados en el ranking de AirHelp, no podemos dejar de comentar la situación de Vueling, que ocupa la posición 62 de las 72 posibles.
Igual que en el caso de EasyJet, la peor calificación se encuentra en el concepto «Gestión de las Reclamaciones», donde sólo obtuvo 4,4 puntos sobre 10.
Curiosamente, la aerolínea de bajo coste está ganando dinero a mansalva, y nos hemos preguntado cómo siendo una de las peor valoradas por el público, con unos índices de retrasos y cancelaciones vergonzosos, y una pésima calidad de servicio, es posible tal paradoja.
Y la respuesta a esta pregunta es más que evidente, y la podíamos comprobar hace tan solo unos días, cuando Vueling contestaba a una de las muchas reclamaciones que recibe por parte de sus clientes, en este caso por una cancelación comunicada con menos de 48 horas de antelación.
El pasajero afectado, tenía que volver desde Barcelona a Granada, su ciudad de origen, pero su vuelo resultó cancelado en el último momento por la huelga que el personal de tierra de Iberia realizó en el aeropuerto de El Prat los días 27 y 28 de Julio.
Vueling ofertó a su cliente el reembolso del importe del billete de vuelta, o ser reubicado en otro vuelo dos días después.
Dado que por razones laborales esta persona no podía esperar tanto tiempo, optó por adquirir dos billetes de tren, para él y su esposa, y hacer el recorrido entre Barcelona y Madrid, y desde la capital a Granada.
Una vez en su domicilio, presentó la correspondiente reclamación con los justificantes de los billetes comprados a Renfe, solicitando tanto la indemnización que le corresponde por la cancelación, como el reintegro de los mismos.
Sin embargo, la contestación que recibió de Vueling, es directamente de Juzgado de Guardia, ya que le fue denegada la correspondiente indemnización, alegando que la causa de la cancelación fue una huelga de controladores, la cual evidentemente no es de su responsabilidad.
Esto hecho resultó tan sumamente llamativo y lamentable, que los propios controladores aéreos, a través de su cuenta de twitter, tuvieron que desmentir a Vueling, confirmando que desde el pasado 9 de mayo no se ha registrado ningún tipo de huelga que pudiese haber afectado al tráfico aéreo.
De hecho, ya hemos comentado desde Turama en ocasiones anteriores las artimañas de Vueling para no atender las compensaciones a sus pasajeros que por ley les corresponden.
En su día, hablamos del caso de ofertar 150 euros a aquellos voluntarios que quieran aceptar un overbooking y renunciar a su asiento en el vuelo programado, cuando por ley les corresponderían, como mínimo, 250 euros.
Un ahorro de 100 euros por pasajero, que multiplicado por muchos miles, al cabo del año resulta en una cifra muy importante.
«Cómo estafa Vueling a sus pasajeros».
También hicimos mención a los problemas y las vueltas que da cuando recibe reclamaciones por equipaje dañado, intentado solventar el expediente abonando cantidades que no se corresponden para nada con el valor de los bienes afectados.
«Vueling se complica por una maleta».
Por último, nos parece también absolutamente impresentable lo ocurrido el pasado día 15 de Agosto con el vuelo VY1702, que debería partir desde Barcelona a las 07:20 horas de la mañana, con dirección a la ciudad de Vigo.
Apenas unos minutos antes de comenzar el embarque, y cuando ya se había asignado un número de puerta, se les comunica a los pasajeros que su vuelo se había cancelado.
Conociendo a Vueling, la excusa podría haber sido otra huelga de controladores fantasma, otra tormenta de esas que sólo afectan a sus aviones, o simplemente que un perro se comió los deberes de sus pilotos, pero no, la cosa era bastante más escandalosa.
La aerolínea de bajo coste había programado el mismo avión para dos vuelos diferentes. Uno de ellos, el que tenía como destino Vigo, y otro que debería despegar a las 07:40 con dirección a Praga.
Después de echar los dados al aire, el incidente se resolvió cancelando el vuelo a Vigo, ya que las posibilidades de enlace eran mayores que a Praga. De esta manera, a los pasajeros afectados se les ofertó volar hasta Coruña, o Santiago de Compostela.
Ahora, los gastos que suponen el llegar desde cualquiera de estas dos ciudades, hasta Vigo….pues ya se sabe: «luego, si eso, ya me los reclamas».
Es triste y lamentable que tengan que ocurrir situaciones como esta, que muchas ciudades hayan abierto expedientes a Vueling en el pasado por asuntos similares, y que a día de hoy no conozcamos el cierre de ninguno de ellos, ni ningún tipo de sanción para la aerolínea.
En fin, ya lo sabes, entre pillos anda el juego.