A mediados de 2022, el Presidente de los EEUU lanzaba un duro mensaje a las compañías aéreas del país, criticando su política de venta de asientos y cargos extra para escoger una butaca dentro de la cabina, entre otras cuestiones.
Joe Biden alertaba a los máximos responsables de las aerolíneas, indicando que estaban incumpliendo una ley aprobada en 2016, por la cual estas debían asegurarse de hacer todo lo posible para no separar a menores de 13 años de sus familiares, durante el transcurso del vuelo.
La Administración Biden otorgó un «plazo de tiempo prudencial» a las compañías aéreas para que revisasen este asunto, confirmando que en el caso de ser necesario, se tomarían medidas contra aquellas que hiciesen caso omiso.
Sin embargo y a pesar de esta advertencia, un buen número de compañías siguen cobrando el extra correspondiente para poder sentar juntos a los miembros de una misma familia con hijos menores de 13 años.
Incluso bastante peor que esto, diversos estudios realizados por organismos de defensa de los consumidores, afirman que algunas aerolíneas separan de manera intencionada a los integrantes de una misma reserva, con el único fin de que tengan que abonar una cantidad a mayores para poder sentarse juntos dentro del avión.
Estos cargos adicionales, que dentro del sector aéreo se conocen con el nombre de «ancillaries», son una muy importante fuente de ingresos para muchas compañías, principalmente para las catalogadas como de bajo coste y ultra bajo coste.
De hecho, hay cuatro aerolíneas que obtienen más dinero a través de la venta de estos servicios adicionales que de sus propias tarifas: la húngara WizzAir, las estadounidenses Spirit Airlines y Allegiant Air, y la mexicana Viva Aerobus.
Para estas compañías, la venta de ancillaries supone más del 50% del total de beneficios que obtienen de manera anual.
La separación intencionada de pasajeros dentro de un avión, implementada para forzar un abono extra por parte de estos si quieren sentarse juntos durante el vuelo, ha sido investigada también por la CAA británica (Civil Aviation Authority).
Este organismo estatal que, entre otras muchas funciones, vela por la seguridad del sector aéreo y el cumplimiento de sus normas, decidió intervenir en el asunto cuando se vio inundado de reclamaciones presentadas por usuarios del transporte aéreo, que hacían alusión a la práctica de separar a miembros de una misma reserva, por parte de ciertas aerolíneas.
Finalmente, fue la Royal Aeronautical Society Flight Operations Group (FOG) la que sentó las bases de un estudio en el que se concluye que las familias que vuelan separadas dentro de la cabina de un avión, son un serio peligro para el resto de pasajeros en caso de emergencia.
La FOG llegó a esta conclusión tras estudiar detenidamente 12 incidentes considerados como graves, ocurridos en diversas compañías aéreas.
Link: Separar a familias dentro de un avión no es recomendable
Este compendio de factores ha llevado a dos aerolíneas a desmarcarse del resto, tras aprobar una nueva política de reserva de asientos que garantiza que un menor de 13 años esté siempre sentado al lado de, al menos, uno de sus progenitores, tutores legales, o familiares de mayor edad, sin que eso conlleve el abono de ningún extra para la reserva de los asientos.
La primera en implementar esta nueva norma ha sido United Airlines, que ha dispuesto un sistema informático de reserva de asientos que garantiza, como mínimo, una butaca al lado de cualquier menor de 13 años, sin coste adicional.
Linda Jojo, CCO de United Airlines, lo explica de esta manera:
«En una era en la que más familias trabajan en un entorno híbrido, viajan con más frecuencia y vuelan con United, estamos enfocados en brindar una gran experiencia para nuestros pasajeros más jóvenes y sus padres, y sabemos que a menudo esta comienza con la reserva del asiento correcto».
United es una aerolínea tradicional (full service) y está considerada como una de las mejores de EEUU, título que disputa con American Airlines y Delta Air Lines.
Link: Top 9 aerolíneas de los EEUU.
Por este motivo, no sorprende demasiado que sus directivos hayan decidido dar un paso adelante para dar ejemplo, y aprovechar también para dejar la pelota en el tejado de su competencia.
El caso de Frontier Airlines es totalmente distinto, ya que es conocida precisamente en el país por ser la primera en atreverse a cobrar un extra por subir el equipaje de mano a bordo.
La aerolínea con base en Denver se define a si misma como Ultra Low Cost, lo que significa que es necesario abonar un extra por prácticamente cualquier servicio que no sea exclusivamente el sentarse en un asiento dentro del avión.
A pesar de esto, Frontier acaba de implementar un nuevo sistema de reservas que, al igual que en el caso de Delta Air Lines, garantiza que siempre haya un asiento libre disponible al lado de cada menor de 13 años, sin coste alguno para los pasajeros.
Daniel Schutz, portavoz de Frontier, hacía estas declaraciones a los medios de prensa esta misma semana:
“Reconocemos la importancia de sentar a los niños junto a un adulto con el que viajan. Desde el pasado mes de Octubre, hemos redoblado nuestros esfuerzos y mejorado aún más nuestro sistema, para garantizar que un padre se siente con cualquier niño menor de 13 años en su grupo familiar. El sistema está funcionando bien y estamos recibiendo comentarios muy positivos por parte de los usuarios”.
Por lo que parece, y aún considerando un notable retraso, las aerolíneas estadounidenses comienzan a responder a la petición expresa realizada por su presidente, lo que invita a pensar que muy probablemente se sumen más compañías a esta iniciativa en un futuro próximo.