Vueling: la OCU presenta dos denuncias contra la aerolínea por supuestas prácticas irregulares

Hace más de un mes subimos dos posts alertando sobre diversas prácticas irregulares que habíamos detectado en el sector aéreo, las cuales suponían un importante riesgo para los futuros pasajeros.

Y en el espacio de tiempo que transcurre desde entonces hasta el día de hoy, la OCU acaba de presentar sendas denuncias contra Vueling por poner en práctica (supuestamente) una de ellas.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), ha interpuesta la primera denuncia contra Vueling ante AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea) y de manera complementaria una segunda ante la Secretaría de Estado de Consumo y Juego.

Es importante recordar que aunque la OCU haya decidido actuar específicamente contra Vueling, hay muchas otras aerolíneas que están haciendo exactamente lo mismo, y en este momento desconocemos el porqué no se han ampliado también las reclamaciones contra las demás.

Por nuestra parte, llevamos muchos años denunciando públicamente actuaciones y comportamientos de Vueling que sobrepasan los límites de la legalidad vigente, como negociar a la baja las indemnizaciones que tiene que abonar a sus pasajeros, no informales correctamente de sus derechos, o inventarse excusas totalmente estrafalarias para intentar evitar compensar a sus clientes afectados por retrasos o cancelaciones.

En este último caso, nos llamó especialmente la atención el llegar a inventarse una huelga de controladores aéreos, algo que a nuestro juicio supera con creces los límites de tolerancia que se puedan tener ante esta aerolínea.

Los hechos

En su propia página web, la OCU explica los hechos que han motivado las reclamaciones interpuestas, los cuales consisten (supuestamente) en notificar verbalmente la cancelación de vuelos que al mismo tiempo se siguen vendiendo al público.

De esta manera, se han registrado numerosas quejas de usuarios que recibieron una llamada telefónica desde Vueling comunicando que el vuelo que tenían reservado con la aerolínea se había cancelado.

Al parecer, la excusa utilizada por el interlocutor que representaba a Vueling siempre hacía referencia a limitaciones y restricciones provocadas por la pandemia, con el fin de dar mayor verosimilitud a su relato.

Sin embargo, tras las investigaciones realizadas por la OCU, parece que muchos de estos vuelos se seguían ofertando al público en general, con la diferencia de que las tarifas se habían incrementado de manera muy significativa.

Tal y como explica la OCU: «estas prácticas irregulares parece que no obedecen a otro motivo que el de incrementar el precio de los billetes y obtener mayor beneficio en los destinos con más demanda tras el fin del estado de alarma».

El pasado 21 de Junio alertábamos desde Turama de este serio problema, poniendo el ejemplo de un vuelo entre Barcelona y Santiago de Compostela operado por Vueling con una tarifa de 340,00.-eur.

Desde otros medios de comunicación se denunciaron casos similares, como un Barcelona Menorca por 990,00.-eur.

Con este tipo de prácticas, las compañías aéreas están disparando contra ellas mismas

Lo curioso de todo este asunto es que los responsables de muchas aerolíneas todavía se preguntan en público la razón por la cual no son capaces de volver a contar con la confianza de los pasajeros.

Es probable que este no sea el caso concreto de Vueling, ya que la mayoría de usuarios que nos vemos obligados a hacer uso de sus servicios hace mucho tiempo que perdimos la poca confianza que todavía teníamos en esta aerolínea.

Cómo actuar

En primer lugar, lo más importante a recordar es que cualquier notificación por parte de la aerolínea debe siempre de llegar por escrito.

Una mera conversación telefónica con el pasajero afectado carece de validez si no está acompañada de un correo electrónico que confirme la cancelación del vuelo, las causas por las cuales se ha tomado esta decisión, y los derechos que asisten al pasajero afectado.

Si la notificación de la cancelación es recibida con más de 14 días de antelación sobre la fecha prevista de salida, el cliente podrá optar por el reembolso íntegro del importe de su billete, ser reubicado en otro vuelo de la misma aerolínea o de cualquier otra que opere el trayecto elegido, o un voucher por el valor de la cantidad abonada en su día.

En el caso de notificarse la cancelación con una antelación inferior a los 14 días, el cliente afectado podrá además de lo anterior reclamar a la compañía aérea la indemnización correspondiente estipulada en el Reglamento 261/2004.

Además del contacto telefónico que se pueda llegar a mantener con la aerolínea, es indispensable ratificar todo lo comentado verbalmente por escrito, a través de un correo electrónico.

En el caso de no llegar a un acuerdo y antes de reclamar a otro tipo de organismos (como AESA) es obligatorio presentar el justificante de haber efectuado la reclamación previa por escrito a la aerolínea.

Conclusión

Es realmente lamentable que al mismo tiempo que los representantes de las compañías aéreas solicitan ayudas estatales para poder sobrevivir a esta crisis, y se quejan profundamente de que el tráfico aéreo no se volverá a recuperar hasta dentro de varios años, estén actuando de esta manera con sus clientes.

Es obvio que el pasajero ha perdido la confianza en el sector aéreo, pero no por culpa del coronavirus, sino a consecuencia de las malas prácticas de este, las cuales se remontan a muchos años atrás.

Desde luego, esta no sólo no es la mejor manera de volver a recuperar a este sector, pero sí es un excelente modo de finiquitarlo definitivamente.

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